En la familia unida, hay por lo menos, un momento al día, en donde el diálogo sencillo y descomplicado es el protagonista.
La unión familiar significa un sinnúmero de bondades que benefician a cada uno de sus miembros y permite su correcto desarrollo. Si cada ser humano, desde el mismo momento de su concepción hasta el fin de sus días, estuviera rodeado de un ambiente familiar sano, armonioso, rebosante de amor y además unido, seguramente no veríamos las desafortunadas tragedias ocasionadas por la violencia y el maltrato a la humanidad.
La unión en la familia, es un factor más relevante de lo que se cree. Quizá muchos no han imaginado la magnitud que tiene el hecho que un niño se críe en un hogar donde sus integrantes trabajan en equipo, se preocupan por lo que siente cada uno y entre todos buscan una solución a los problemas.
“Familia junta” no es igual a “familia unida”
La reflexión que hace el Padre Enrique Cases, nos da pie para reflexionar sobre la diferencia entre “familia junta” y “familia unida”.
“Familia junta”, es aquella que vive bajo un mismo techo pero es un grupo desarticulado. Nadie tiene que ver con nadie. Cada uno vive su espacio y se percibe un ambiente de individualismo que empaña el hogar. Cada una de sus partes tiene su propio mundo, nadie sabe de los problemas del otro, nadie se da cuenta si alguno tuvo un mal día o si algo muy bueno le ha ocurrido.
La mayoría de las veces, este modelo de familia, está pasando por una crisis matrimonial, la cual ocasiona la crisis familiar. Al faltar esa conexión entre los padres, todo el sistema se ve afectado. La relación entre los padres tiene una gran influencia en la vida de los hijos. Ellos, por pequeños que sean, perciben todo lo que ocurre en casa e inconscientemente adoptan esas conductas que observan en su núcleo familiar.
Es común que en este tipo de familia, cada individuo cene en su habitación acompañado por la televisión. Que los fines de semana, los planes sean bastante diferentes y opten por hacer lo que a cada uno le apetece, muchas veces se ven el domingo en la noche antes de dormir. Al terminar el día, es muy poco probable que haya un momento de charla espontánea en cama de papá y mamá. Cuando se presenta un problema, comúnmente no acuden a un apoyo entre ellos, sino que buscan personas externas como amigos, vecinos, etc. En fin, hay muchos ejemplos que podrían ilustrar el día a día de una familia que por el simple hecho que vivan en el mismo lugar no son una familia unida.
La “Familia unida”, es un equipo, es un sistema, donde todos los seres que la integran están conectados, están en función de servirle al otro y, todo absolutamente todo, está enmarcado en el plano del amor.
La familia unida no es perfecta, también sufre situaciones difíciles y no se escapa de nada del mundo terrenal. La diferencia de este modelo con el otro, radica en que hay un amor verdadero, donde no prima el bien individual sino el general, donde cada ser es único y se le da la atención que requiere. La forma como enfrentan los problemas, es también una de sus principales características, pues acuden siempre a la comunicación y no a la violencia, el maltrato físico o sicológico.
En la familia unida, hay por lo menos, un momento al día, en donde el diálogo sencillo y descomplicado es el protagonista.
La familia unida, trabaja en conservase unida. Como toda relación y ser vivo, la familia unida necesita ser nutrida todos los días. Es por esto, que se hacen actividades como por ejemplo ir a cine, salir un día de campo, jugar cartas o juegos de mesa, realizar las labores del hogar entre todos, hacer una de las comidas con todos en la mesa, celebrar los cumpleaños de forma especial, inventar una tarde de película con crispetas, dedicar un día de la semana para visitar a los abuelos, asistir a la misa dominical, preparar galletas y tortas con los chicos; todo esto con el fin de acoger costumbres que se mantengan sólidas y permanentes con el paso de los años y así enriquecer el estilo de vida familiar.
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