El empobrecimiento de Coahuila ya es una muestra evidente del lugar al que podemos regresar como país, si se repite el antiguo sistema de gobierno una vez mas, el retorno a la inviabilidad económica y la pérdida de la razón en el poder, amenazan con llegar para quedarse, metiendo a toda la patria en una profunda espiral descendente que no conoce el final. Ciertamente ser ejemplo negativo para el país duele, pero no deja de ser contribución, la maldad y el abuso siempre tienen un punto en el que pierden el sustento y por su propio peso caen llevándose en el camino a millones de personas complicando enormemente su realidad.
Lo mas atorrante de la indecente administración actual de Coahuila, es que en su arrebato por alejarse de un destino que los alcanza volando, siguen dilapidando los escasos recursos que se recaudan mediante la detención de vehículos sin placas y otras tácticas de bandolerismo gubernamental, muy nocivas para los coahuilenses de clase media y popular, todo para seguir pagando jilgueros que usan los medios masivos locales y nacionales minimizando el grave embuste electoral, los comentaristas sustentan en el pastoso efluvio de su nariz, las más ridículas descalificaciones basadas en tecnicismos legaloides que de jalar justificarían las más burdas marrullerías del siglo pasado. Esas pesadas voces se esmeran en sostener lo insostenible, no obstante que la impugnación de Coahuila, cada vez toma mayor interés en el ciudadano común de todo el país, quien la toma como el ejemplo de lo que se puede desencadenar en el 2018 si las instituciones harto desacreditadas, no resuelven en contra del supuesto ganador.
Pero el aliento de la gente común de Coahuila y del país, no se apajona, por el contrario el respetable espera con confianza el fallo a favor de la alternancia en la tierra de Madero y Zaragoza y no solo esperan que ese maltratado estado por una gavilla intransigente salga de su letargo, están seguros de que recuperará su brillo y pujanza para bien de sus habitantes y que como antes, ahora será ejemplo de la correcta aplicación de la justicia contra quienes la robaron, la roban y con intereses la seguirán robando cuando menos por 30 años. Así como se conseguirá hacer justicia, también el pueblo espera mucho de su nuevo congreso, mismo que por su pluralidad será un importante constructor del andamiaje legar que permitirá aplicar con pundonor y de manera moderna y eficiente una ley que castigue a los que laceran a la sociedad y desde luego garante férreo de la honestidad en la administración pública, tanto estatal como municipal, pero particularmente para asegurar la felicidad y el crecimiento de los ciudadanos Coahuilenses libres e independientes.
Sin duda los rezagos no serán una barrera fácil de franquear, pero con el ánimo que le dará la reparación de los daños infringidos por el hampa asociada con el gobierno, en las masacres perpetradas en Allende y la cárcel de Piedras Negras, ó el desfalco del estado con una deuda inviable, ó la construcción de soluciones viales sin planeación y de mala calidad, permitirá que se viva en un estado parlamentario, donde el gobernador mas que potente protagonista, se constituirá en el eficiente administrador que necesitamos, y los diputados dejaran de ser turistas y se concentrarán en una amplia agenda ciudadana, dejando a un lado los intereses partidistas, y muy pronto, causarán entusiasmo en las mejores personas de México, quienes saldrán a hacer lo propio en la esfera nacional, donde los partidos cederán sus espacios a los ciudadanos, para que ellos se hagan por fin dueños de su propia realidad.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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