Este 5 de septiembre, cerca de las 11:30 horas arribó a la mina El Pinabete, en el municipio de Sabinas, Coahuila, el titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, 33 días después de que se registrara la inundación que mantiene atrapados a 10 mineros.
Personal que resguarda la mina impidió el acceso a los reporteros que acudieron para cubrir su visita, refiriendo que se les compartiría información en el transcurso del día.
De acuerdo con el Municipio, no hubo ningún aviso para algún tipo de reunión. Incluso, de acuerdo con las fuentes, una persona del Municipio acudió al sitio, pero tampoco le permitieron el acceso.
Por parte del Estado, tampoco hubo representante, al parecer el objetivo sería pasar desapercibido por la región y no ser cuestionado sobre lo que muchos dicen es en gran parte su responsabilidad; la tragedia minera.
El director general de la Comisión Federal de Electricidad, arribó a la mina El Pinabete acompañado de Laura Velázquez Alzúa, titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Los funcionarios federales, han sostenido una prolongada reunión con los familiares de los diez trabajadores atrapados a quienes, junto con el empresario carbonero Fernando Mendoza, les están explicando en que consistirá la perforación y construcción del tajo minero con el cual se pretende en un lapso de entre 6 y 11 meses, recuperar los cuerpos de los 10 trabajadores.
Trascendió que la presencia del empresario carbonero, Fernando Mendoza, socio de la empresa Fervim Ingeniería SA obedece a que será esta constructora la que en coordinación con la CFE se haga cargo los trabajos del tajo minero.
Bartlett y la CFE han estado en el ojo público desde que ocurrió la tragedia, pues de acuerdo con la Organización Familias Pasta de Conchos (OFPC), es su responsabilidad comprar carbón a minas inseguras en ausencia de inspecciones laborales, como la de El Pinabete.
Según la OFPC, la CFE entregó contratos a empresa que estaban restringidas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) por no cumplir con las normas de seguridad e higiene, o que nunca fueron inspeccionadas por la dependencia, como sucedió con los pozos de El Pinabete.