Los 16 valores más importantes

Los valores éticos son pautas que regulan el comportamiento de las personas. Son una guía de aquello que se considera ideal en un individuo y sirven para modelar el comportamiento en sociedad, al determinar lo que se considera correcto de lo que no.

Por ejemplo, lo correcto es que seamos respetuosos con nosotros mismos y con los demás. No serlo se considera una falta a uno de los valores éticos fundamentales.

Entre los valores éticos más importantes destacan la igualdad, la libertad, la justicia, la equidad, la honestidad, la verdad, la responsabilidad o la empatía, y son necesarios para promover relaciones armónicas en la sociedad.

1. Respeto

Es la consideración y el valor que le damos al otro. Aunque muchas veces esa valoración está asociada al prestigio o estatus del otro, como cuando respetamos a alguien porque se destaca del resto o porque es una persona mayor, la realidad es que todos merecemos ser respetados por el hecho de ser personas.

El respeto es un valor ético que comienza con nosotros mismos. Solo de esa forma podemos respetar a los demás y ayudar a construir un espacio seguro para la convivencia social.

Un ejemplo de respeto es tratar con consideración a nuestros padres, maestros y compañeros de estudio o trabajo.

2. Libertad

La libertad es un valor ético que se expresa en la capacidad de cada ser humano para actuar según su propio criterio, sin ser cuestionado o castigado por ello. Para que esto pueda cumplirse sin alterar el orden social, es necesario entender que la libertad requiere también del respeto al otro.

Por ejemplo, si ejercemos nuestra libertad de actuar haciendo una fiesta super ruidosa durante todo el fin de semana, estamos irrespetando el derecho al descanso de nuestros vecinos.

3. Responsabilidad

La responsabilidad implica reconocer y responder por nuestras acciones. Eso significa asumir las consecuencias de nuestros actos, aun y cuando los resultados no sean los esperados o deseables.

Un ejemplo de responsabilidad es asumir que hemos cometido un error en nuestro trabajo, notificarlo y buscar la forma de solucionar la situación.

4. Honestidad

La honestidad es la capacidad de ser honesto, esto es, de actuar con transparencia y verdad. Para ello, la honestidad requiere de coherencia entre nuestros pensamientos y acciones.

La honestidad es uno de los valores éticos más importantes para una sana convivencia social e implica no sólo obrar correctamente ante los demás, sino principalmente ante nosotros mismos.

Un ejemplo de honestidad es devolver una billetera que hemos encontrado en la calle.

5. Justicia

La justicia es un valor que se ejerce cuando cada individuo recibe lo que le corresponde. No solo es un valor ético, sino un derecho humano fundamental. Sin justicia, ninguna sociedad puede funcionar adecuadamente.

Para que la justicia pueda aplicarse correctamente, es necesario contar con marco moral y jurídico que describa aquello que se considera justo para el bien común,

Por ejemplo, si las normas morales dicen que robar implica un castigo, lo justo es que un ladrón reciba la sanción correspondiente una vez que se ha comprobado el delito.

6. Igualdad

La igualdad consiste en considerar a todas las personas como sujetos con los mismos derechos y obligaciones.

En ese sentido, la igualdad ayuda a establecer relaciones equitativas en la sociedad, entendiendo que todas las personas tienen acceso a los derechos, garantías y beneficios consagrados en las normas, del mismo modo todos estamos sujetos a cumplir con nuestros deberes, sin excepciones o privilegios.

Un ejemplo de igualdad puede verse en las constituciones que consagran el derecho a la educación para todos sus ciudadanos.

7. Verdad

La verdad como valor ético se refiere a la descripción de la realidad tal y como es. Es decir, implica la veracidad de los hechos.

Cuando decidimos actuar en función de aquello que es verdadero, estamos siendo honestos. De allí que estos dos valores estén relacionados. La verdad, a su vez, es la base de la justicia, la transparencia y la imparcialidad. De allí que se trate de uno de los valores éticos más importantes en la construcción de relaciones interpersonales y sociales de calidad.

Un ejemplo de verdad es cuando contamos un hecho tal y como sucedió.

8. Lealtad

La lealtad es la expresión de nuestra capacidad para ser fieles a nosotros mismos, a otras personas o instituciones. La lealtad se manifiesta cuando somos capaces de respetar y defender ideas y creencias propias o de otros e implica un sentido de compromiso.

Por ejemplo, cuando somos leales a un equipo deportivo, defendemos y promovemos sus valores. Nos sentimos comprometidos con esa comunidad deportiva y, por tanto, somos fieles a ella.

9. Humildad

La humildad es el valor ético expresado en el reconocimiento y uso de nuestras capacidades sin necesidad de demostrarlo públicamente. La persona humilde sabe de lo que es capaz, pero suele actuar con discreción, sin hacer alarde de lo que puede hacer.

Un ejemplo de humildad es hacer un donativo de carácter anónimo.

10. Equidad

La equidad está vinculada con la justicia, pero va un poco más allá. La equidad también requiere que cada persona obtenga lo que merece, pero toma en cuenta sus necesidades. Esto es muy importante porque incluso en una situación de aparente justicia, una persona puede no tener acceso a aquello que requiere.

Por ejemplo, todos los niños de un salón de clases reciben un libro porque le corresponde a cada uno (justicia). Pero si hay un estudiante con discapacidad visual ese libro debe estar en Braille para que efectivamente lo pueda leer (equidad).

11. Solidaridad

La solidaridad es todo acto que hacemos por los demás de manera desinteresada, sin esperar obtener algún beneficio.

Aunque la solidaridad está asociada con actividades de voluntariado o ayudas en situaciones de emergencia, la realidad es que todos podemos ser solidarios en nuestro día a día.

Por ejemplo, ayudando a nuestros vecinos a cargar las compras, donando sangre o regalando nuestra ropa usada a un albergue.

12. Transparencia

La transparencia es un valor ético que se aplica cuando nuestras acciones son tan claras y honestas que no tenemos inconveniente con que sean evaluadas por otros. Dicho de otra forma, es cuando no tenemos nada que ocultar.

Un ejemplo de transparencia es que los ciudadanos tengan acceso a información relevante sobre el uso que se hace del dinero de sus impuestos.

13. Tolerancia

Respetar las ideas de los demás aunque no coincidan con la nuestra es una muestra de tolerancia. Este valor ético tiene implicaciones importantes en la sociedad: si cada individuo tiene sus propias convicciones y creencias, entonces es necesario aceptar y respetar esa diversidad para convivir de manera armónica.

Un ejemplo de tolerancia es que nuestros amigos tengan diferentes tendencias políticas o creencias religiosas.

13. Compromiso

El compromiso es la capacidad que tenemos para cumplir con nuestros objetivos. La importancia del compromiso radica en que una vez que asumimos la responsabilidad de hacer algo, se espera que seamos consecuentes con ello.

El compromiso también es un valor que aplicamos con nosotros mismos. Cuando nos proponemos crear un nuevo hábito estamos confiando en nuestra propia palabra.

Un ejemplo de compromiso es hacer ejercicio de forma regular para mejorar nuestra salud.

14. Imparcialidad

La imparcialidad es actuar objetivamente para procurar el bien común, sin que nuestros juicios o creencias interfieran en nuestras decisiones.

La imparcialidad es un valor que complementa a la justicia, ya que para que esta sea efectiva, no puede estar a favor de las partes involucradas.

Un ejemplo de imparcialidad son los jueces de los tribunales.

15. Integridad

La integridad es la disposición para hacer aquello que es correcto. Por ello, la integridad es un valor que se nutre, entre otros, de la honestidad, el respeto, la justicia y la responsabilidad.

Una persona íntegra puede tomar decisiones que le beneficien sin afectar a otros, ya que sus acciones se rigen por la rectitud y la coherencia.

Un ejemplo de integridad es superar una prueba académica o laboral sin hacer trampa.

16. Beneficencia

La beneficencia es un valor ético que consiste en hacer el bien o reparar un daño sin causar mayor prejuicio a los demás. Es uno de los valores más importantes en el ámbito médico, por ejemplo, porque implica ayudar a otros a mejorar su situación sin generar nuevos inconvenientes de salud.

Un ejemplo sería que si un paciente es diabético e hipertenso, el médico recomendará un tratamiento que ayude a mejorar la diabetes pero que al mismo tiempo no tenga efectos en su presión arterial.

Ver también:

  • Ejemplos de ética y moral
  • Ejemplos de valores morales esenciales
  • Diferencia entre valores y antivalores
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