Dentro de la familia todas las figuras son fundamentales, porque en mayor o menor medida, todas hacen su aporte. La familia funciona como un sistema. Generalmente, la figura de nuestros padres es fundamental, pero cuando tenemos hijos cobra aún mayor importancia, ya que estos se convierten en los abuelos de nuestros hijos.
En la actualidad, a mi modo de ver, poco es el reconocimiento que reciben todos ellos. Han pasado de ser las personas que veían a los nietos en momentos esporádicos a, prácticamente, tener una importancia en la crianza, y en ocasiones la educación de los niños. Por eso se han convertido en figuras imprescindibles. Te explicamos hasta 4 razones por las que los abuelos deberían ser eternos.
Los abuelos dan mucho más de lo que reciben, con una generosidad que debemos destacar, agradecer y aprender.
Cuando veo a mis padres y a los padres de otros desvivirse como se desviven con sus nietos, sacando fuerzas y tiempo que en ocasiones no tienen para ellos, dando amor, sonrisas, caricias, me planteo si yo como abuelo seré capaz de ser así.
Existe un dicho popular, que se repite como un mantra, “los padres educan y los abuelos maleducan”; bien, pues ni es real, ni cierto. Tendemos a repetirlo cuando algunas de las decisiones de los abuelos no concuerda con nuestro ideal, cuando dejamos que supere nuestro egoísmo al agradecimiento. De hecho, si tuviera que elegir una forma tendría serias dudas a la hora de la elección.
Por esto, hay 4 aspectos que destaco de los abuelos, cuatro razones por las que deberían ser eternos:
1. Porque son continua fuente de aprendizaje. Nuestro refranero es sabio, y el refrán “sabe más el diablo por viejo que por diablo” es una verdad absoluta. Sus experiencias de vida son ricos saberes que a nosotros los padres de hoy en día y a nuestros hijos nos vienen muy bien. Los abuelos no dejan de enseñarnos cosas y en sus años vividos han recolectado un sinfín de experiencias que hoy nos pueden relatar y deberíamos aplicar.
2. Relativizan todo. Sus años de vida, sus experiencias y tener una visión tan extensa de la vida hace que relativicen todas las cosas que nos pasa con nuestros hijos. Cualquier preocupación nuestra, que como padres debemos tener, ellos saben realmente si es importante o no. Es lógico que todos tengamos nuestras preocupaciones a veces incluso sin fundamento, por eso su valor y sus consejos son sabiduría absoluta. Esto a los padres y madres primerizos nos viene genial porque es en ellos donde encontramos esa calma y esa tranquilidad.
3. Por estar dispuestos a echar una mano siempre. La mayoría de los abuelos están dispuestos a echar una mano siempre. Son conscientes de la dificultad que tenemos los padres de hoy en día para la organización familiar y la conciliación de la vida laboral y familiar y es en ese espacio donde ellos aparecen para echar una mano con los nietos.
4. La convivencia intergeneracional. La figura de los abuelos en los nietos es genial ya que estos son auténticos contadores de innumerables historias. Y una de las cosas que más gusta en la infancia es que te cuenten una buena historia.
La figura del abuelo/a no se le olvida a un nieto tan fácilmente, porque es vital para su crecimiento personal.