Viajar en avión es toda una travesía que requirió de innovación tecnológica. Hoy no concebimos muchos viajes donde el recorrido nos llevaría días, semanas o incluso meses que podemos hacer en unas horas gracias a los aviones.
De acuerdo con Latam Airlines, entre los aviones comerciales, los más rápidos actualmente son el A33Neo, de Airbus, con una velocidad máxima de mil 61 kilómetros por hora, y el B788 de Boeing, que alcanza los increíbles mil 51 kilómetros por hora. Todo esto, por supuesto, en condiciones de vuelo específicas e ideales.
Pero hay aviones que son aún más rápidos, aunque no con fines comerciales.
Considerado uno de los aviones más rápidos del mundo, fue capaz de alcanzar los 7 mil 200 kilómetros por hora. Contaba con una longitud de 15 metros y rompió varias marcas de velocidad y altitud a comienzos de 1960. Aunque para alcanzar dicha velocidad era necesario que lo subieran a una altitud de 14 mil metros antes de soltarlo para que comenzara el vuelo
Su potencia era tanta que incluso los pilotos que volaron el North American X-15 recibieron el título de astronautas por parte de la Fuerza Aérea y dos más recibieron las alas de astronauta de la NASA.
El X-15 fue diseñado para ser transportado bajo el ala de un B-52 Stratofertress, con fuselaje alargado y cilíndrico, aletas en forma de cuña dorsales y centrales.
El primer vuelo fue una prueba sin propulsión realizada el 8 de junio de 1959 y se fabricaron en total tres aviones que realizaron 199 vuelos de prueba, el último en octubre de 1968.
Lockheed YF-12
Este avión fue desarrollado por la compañía estadounidense Lockheed para la Fuerza Aérea de Estados Unidos como un prototipo de avión interceptor, derivado del Lockheed A-12 de la CIA, el SR-71 Blackbird.
En total se construyeron tres prototipos y los vuelos de prueba comenzaron en 1963, alcanzando una velocidad máxima de 3 mil 661 kilómetros por hora, que lo convirtió en uno de los aviones más rápidos de Estados Unidos y del mundo.
Su longitud era de 30.97 metros, con una altura de 5.64 y peso vacío de 27 mil 604 kilogramos. Para alcanzar su velocidad debía subir a 24 mil 400 metros de altura.
Lockheed SR-71
Este avión, uno de los más rápidos del mundo, fue fabricado por la estadounidense Lockheed y voló desde el 22 de diciembre de 1964 hasta 1998. Su velocidad alcanzó los 3 mil 540 kilómetros por hora, lo que representa tres veces la velocidad del sonido y supera la velocidad de una bala.
El también conocido como Blackbird fue un avión de reconocimiento estratégico de largo alcance y fue creado como un avión que eludiera los radares. Medía 32.7 metros de longitud, 16.9 metros de envergadura y tenía de altura 5.6 metros. Pesaba 30 mil 600 kilos.
Bell X-2 Starbuster
A diferencia de los otros aviones, el Bell X-2 Starbuster estaba impulsado por un cohete. Su construcción fue con el objetivo de investigar la aerodinámica de aviones.
Desarrollado y ensamblado por el fabricante estadounidense Bell Aircraft en la década de 1950, estaba construido en acero inoxidable, aleación de cuproníquel, impulsado con un motor de cohete y solo se crearon dos prototipos.
Estos aviones estuvieron en pruebas no más de un año, entre 1955 y 1956, alcanzando la velocidad máxima de 3 mil 370 kilómetros por hora. Fueron retirados debido a un accidente que le cobró la vida a un piloto.
Mikoyan-Gurevich MiG-25 Foxbat
Este es considerado el avión más rápido desarrollado por la Unión Soviética, diseñado y producido por la oficina Mikoyan-Gurevich, con una velocidad continua de 3 mil 200 kilómetros por hora, aunque podía alcanzar los 3 mil 600 kilómetros por hora.
Se trata de un avión de reconocimiento e interceptor que voló por primera vez en 1964 y entró en servicio en 1970 para fortalecer la capacidad soviética y responder así a la amenaza que representaba Estados Unidos con sus aviones bombarderos supersónicos.
Su producción culminó en 1984 tras fabricar mil 186 y fue un símbolo de la Guerra Fría.
Forbes