Coahuila, tierra bendita de Dios, que ayer fue sitio de hombres valientes y de temidos guerreros, hoy se agacha ante la adversidad.
Una partida de bandidos la secuestró hace 14 años y sigue plagiada ante la pasividad de los indignos coahuilenses, que por la ceguera y cobardía de muchos… nos dejamos robar, nos dejamos corromper, nos dejamos menospreciar.
Los Moreira
Primero fueron Los Moreira (Humberto y Rubén), dos hermanos sinvergüenza que planearon robarse todo y lo hicieron: Paso por paso, peso tras peso. Y con ellos, sus otros hermanos delincuentes: Carlos Ariel, Álvaro y tres mas. Sin dejar de mencionar a cuñados, parejas y hasta hijos, que todos se ensucian las manos para el crimen contra Coahuila.
Agotada la herencia maldita, pusieron a un cómplice manejable y chaparro. Así dejaron a Miguel Riquelme a cuidarles el negocio llamado: Gobierno de Coahuila.
Atado de manos por una MegaDeuda infame y corrupta, Miguel estaba, de inicio, obligado a un gobierno austero y justo. Uno que aunque gris, fuese de transición; pagando la deuda, recortando la burocracia excesiva, disminuyendo al mínimo el gasto corriente y despreciando despilfarros en imagen y publicidad.
Pero no, Riquelme el de Moreira quiso ser y hacer y al cabo que… mas deuda merecen los coahuilense por agachados y conformados. Nada de austeridad y nada de adelgazar nómina y gastos. Él también, como sus patrones Moreira, se quiso enriquecer inexplicablemente y rápido.
Miguel está en el foco y como Javier Villarreal y Jorge Torres, pagará pronto los platos rotos del moreirato, cayendo en manos de la justicia gringa.
Los líos de Miguel
Deuda creciente.
Una decisión que sí fue tomada por Miguel Riquelme (y es que la mayoría de las cosas las decide Rubén por ser quien manda), es la de no abonar prácticamente nada al capital de la deuda que ahoga a Coahuila. Prefirió imitar al patrón del mal, pedir mas miles de millones prestados, restructurar mandando el pago a 4 sexenios y pagar miles de millones anuales de intereses. Creciendo el monto adeudado a mas de 42,000 millones.
Miguel es un mentiroso, está grabado y firmado en falso compromiso de campaña, que no se endeudaría un centavo mas. Luego dijo que la deuda es “de corto plazo” y que su jefe Moreira modificó la ley para que no se tenga que pedir autorización al Congreso, en créditos cortos.
Nómina obesa y fantasma.
No lo dejan correr a nadie, el gabinete y las nóminas están retacadas de moreiristas. Riquelme las engrosó aun mas, trayendo a sus amigos laguneros que también quieren cobija monetaria y nominal. Entonces una gran tajada del presupuesto se va en pagar burócratas inútiles y caros.
También le heredaron al mandadero, dos nóminas secretas: La del voto duro del PRI que hospeda cómodamente en la tesorería a cientos de lideresas y promotores del voto y la nómina fantasma que se compone de cientos de cobrones que nadie conoce pero que sí cobran.
Imagen y propaganda.
Para lavar el dinero robado y el de los sobornos, Los Moreira compraron medios de comunicación enteros y le ordenaron a Miguel que les pague millonadas mensuales.
De paso, estos bandidos se protegen en las notas y los editoriales dictados y de paso también, Riquelme se autopromociona, con millones diarios en imagen (disfrazada de publicidad gubernamental).
Pelear contra AMLO.
Ojeras inmediatas y dilatadas aparecen en su esculpido rostro griego cuando Miguel tiene que enfrentar al presidente, por las ordenes de Rubén.
MARS por sí mismo no asusta ni a su sobra asustadiza. Pero como Moreira se anda vendiendo a la 4T, el usado Miguel tiene que fingirse: El político estratega, el caudillo región cuatro y hasta el valiente de las estampitas de la Lotería. Y lo hace, obediente, luego, llega al baño a sudar la gota gorda del miedo acumulado.
Solo que los pleitos no se olvidan en el rencoroso mandatario, los revires son lo de él, (del pelotero de barrio chico, de tierra tabasqueña). Miguel sabe bien que se la tienen jurada.
7% a obra pública.
Y como siempre, los coahuilenses recibimos el recorte en presupuestos y los impuestos que compensan las exigidas ganancias de los sin llenadera.
Con recorte y sin él, este infame gobierno estatal, solo destina el 7% del presupuesto a obras publicas. Para enredar la pita, toman el Impuesto sobre Nóminas y otros muchos impuestos y derechos que cobran al agachado pueblo, para ni quiera tocar el presupuesto federal, que integro se gasta en: Corrupción, mantener a Los Moreira, en campañas, en deuda, en imagen, en nominas y gasto corriente.
Carteles, inseguridad y sobornos.
La inseguridad ya ni siquiera se puede ocultar, sale a la luz porque ya son muchos los carteles que actúan en Coahuila, consentidos por el Estado.
Las suburban retacadas de maletas con dólares negros, compran las voluntades de Rubén Moreira, de Miguel Riquelme, de José María Fraustro, de Gerardo Márquez y de otros varios.
Pero hay niveles, el Cartel de Los Moreira y el Cartel de Los GATES, tienen preferencia en criminalidad.
Prestanombres y propiedades.
Todo va saliendo a la luz. El dinero fácil en los ricos nuevos, se nota y señala. Esta de Riquelme también es una administración corrupta y corrompedora.
Las propiedades y negocios de los tantos Moreira, de Miguel Riquelme y de tanto pillo en los gabinetes del moreirato, trascienden y son secretaros a voces.
El juicio
La justica pública en México es deficitaria y el Estado de Derecho es inexistente en la practica.
AMLO se resiste a juzgar a los corruptos que lo precedieron, pero a diario se queja de cómo robaron. Hasta hoy, el propio presidente va resultando cómplice por omisión judicial. A ello se atienen los ladrones: Moreira, Riquelme y toda su escuela del crimen.
La justicia queda a deber, hasta ahora. A Miguel Riquelme lo alcanzarán sus líos y, pagará por él, y pagará también por los otros… Al tiempo.
Hay un juicio que siempre es Juicio Final. Y no es juicio terreno ¡Espérenlo, pecadores!