Santana Armando Guadiana Tijerina y Alejandro Gutiérrez Gutiérrez destapan la MegaDeuda en Coahuila y la corrupción de los Moreira, y esa ola fétida arrastra a Humberto, convirtiéndolo en el defenestrado.
Humberto Moreira renuncia a la dirigencia nacional del PRI (9 meses le duró el gusto), expulsado por los mismos que lo erigieron. El PRI tan “puro y limpio” no aguantó a un dirigente corrupto y lo despidió (extraño caso, cuando los cuadros distinguidos del partidazo son los mas criminales y bandidos, un corrupto como Moreira bien los representaba).
Habían pasado la Matanza de Allende y el exterminio de Piedras Negras (con Jorge Torres de gobernador Interino, Humberto metido en el cierre de su sexenio y Rubén Moreira, encargado de los giros negros, y sin dejarlos, luego candidato a gobernador).
Rubén Moreira la libra, ya había pasado la elección y él ya era gobernador. Lo que le pasara a su hermano Humberto por la destapada deuda inimaginable, le era sin embargo. Hasta “gozaba el malvado gordo del infortunio de su menor consanguíneo”, dicen sus allegados.
La brecha entre Moreira´s se abrió para siempre.
Pero no entiendan mal, los Moreira siempre se protegerán la espalda cuando de robar, malandrear y ser atacados por ello se trate, pero en lo político es diferente; luego de las gubernaturas, Rubén quiere el poder ulterior solo para él y entonces se encarga de empequeñecer a su hermano Humberto y de paso a su hijo Rubén Humberto, que quiso seguir en la política, y su tío el gordo lo liquidó.
España y Soto del Real
Me voy a estudiar un postgrado a la Madre Patria, dijo Humberto Moreira a los aún interesados en su quehacer.
En Barcelona sería la maestría, temprano circulaban fotos de edificios cual castillos donde residía el exgobernador y ex dirigente del PRI. Lugares de ensueño que dijo “rentaba” con su jubilación de maestro (¿jubilado a los 45 años de edad que no de servicio?, y muchos dicen que nunca piso un salón de clase, ni para estudiar, menos para dictar cátedra). La gente sabía bien que era el dueño de todo eso, y mas.
Se empezó a hablar de su asociación con capos lavadores de dinero (blanqueo) y movedores de droga en Europa… y pronto, cayó preso Moreira, en un penal de lujo. Soto del Real, cerca de Madrid.
Enrique Peña Nieto era presidente y Humberto Moreira lo busca, por sus abogados, y conecta con el dinero dado a las campañas del PRI y entonces, sale del Penal (“lloroso”, comiendo una manzana, pero vistiendo una chamarra de 1500 dólares). Segundo perdón.
Capo, tirano y acomplejado
Rubén Ignacio Moreira Valdez hereda el poder de su popular hermano, es gobernador por artes electorales y no por simpatía social. La venta de Memo Anaya, del PAN, también ayuda a la llegada del capo en ciernes.
Se convierte pronto en un tirano. Desbordado en robar, aparece y desaparece organismos para distraer del dinero del peculado y oculta bien en Chile y el Uruguay los cientos de millones sucios, de los sobornos en suburban retacadas de dólares negros, de carteles.
Se envilece al máximo, obliga a sus subalternos a protestar los cargos con la mano izquierda alzada, pero él, hipócrita y falso, olvida pronto su cuarto familiar, muy pobre y con pinturas de Marx y Lenin de pared a techo en rojo sangre, y en meses, se enriquece al extremo olvidando la izquierda pobre (honesta y aliada de los pobres).
Los complejos
Rubén imita a Humberto, siempre lo ha hecho. Lo odia pero lo admira, así como se dice comunista pero le gustan los campos de golf. Así como su complejo de clase lo lleva a fregar a los ricos, pero luego, se compra mansiones millonarias, anhelando “ser”.
CONTINUARÁ…