La Fiscalía Anticorrupción española está investigando a las empresas de publicidad propiedad de Humberto Moreira: Unipolares y Publicidad del Norte S.A. de C.V. y Negocios, Asesoría y Publicidad, S.A. de C.V., debido a que el exgobernador las presentó como su principal fuente de ingresos cuando estuvo detenido en España por “blanqueo de capitales”.
El destino del expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) también está en manos de los fiscales de Texas quienes, según fuentes de la Corte de San Antonio, ya tienen la acusación formal en su contra, la cual lanzarán en cuanto esté en su territorio el exgobernador interino Jorge Torres López, detenido por una orden de extradición solicitada por Estados Unidos.
Semanas atrás la Fiscalía española solicitó información sobre las empresas de Moreira a la Procuraduría General de la República, dependencia que abrió la carpeta de investigación AJI/126/2013-P para ese caso.
Proceso solicitó a la administración de Miguel Riquelme, a través de la Ley de Transparencia, información sobre los contratos celebrados entre diversas dependencias del gobierno estatal con Unipolares y Publicidad del Norte S.A. de C.V. y Negocios, Asesoría Publicidad, S.A. de C.V.
No obstante, las actuales autoridades de Coahuila niegan tener en sus archivos contratos del gobierno con esas empresas a pesar de que Héctor Javier Villarreal, exsecretario de Finanzas, confesó ante fiscales de Texas en diciembre de 2017 que ambos negocios recibieron “desde el 2006 pagos del gobierno con sobrefacturación”.
La negativa contrasta con las evidencias físicas: el actual y anteriores gobiernos de Coahuila se han anunciado en espectaculares colocados en avenidas de Saltillo, cuya razón social señala: Unipolares y Publicidad del Norte S.A. de C.V., situación que ha sido documentada con fotografías por diversos medios locales.
Las confesiones del exsecretario de Finanzas de Coahuila, Héctor Javier Villarreal Hernández, rendidas en San Antonio, Texas, forman parte de la investigación que están realizado los fiscales de Texas contra Humberto Moreira.
Proceso buscó a los padres de Javier Villarreal en su negocio llamado “Cafetería Doña Paola”, un popular restaurante que comenzó hace 32 años como tienda y que pasó a vender gorditas y tortillas de harina ubicado en calles del centro de Matamoros, Tamaulipas.
Cuando se le interrogó a doña Paola Hernández su opinión sobre la relación del exgobernador con su hijo, dejó pendiente lo que estaba haciendo, tomó aliento, miró de reojo al reportero y comentó de manera enfática: “Mi hijo quiere más a Moreira que a su padre”.
Durante la entrevista, sus padres contaron que en una ocasión que visitaron a su hijo ya detenido en San Antonio le rogaron que contara la verdad a los fiscales texanos.
“Deja ya de encubrir al exgobernador de Coahuila”, le reprocharon.
Recordaron que Humberto Moreira integró muy joven a Héctor Javier Villarreal a su gabinete y así se convirtió en su padrino y mentor político.
Deseaba ser basquetbolista
El joven Héctor Javier Villarreal estudió su preparatoria en dos instituciones de Matamoros: un año en el Colegio Don Bosco y el segundo en Colegio La Salle, donde destacó jugando básquetbol debido a que mide 1.92 metros de altura.
Cuando iba a cursar su tercer año lo buscaron de la High School Villa María de Texas para ofrecerle una beca con la condición que jugara básquetbol con el colegio en los Estados Unidos.
El joven aceptó. “Vas a perder dos años. Ya sólo te falta uno”, le dijo su padre. “No me importa. Yo quiero jugar básquetbol”, respondió el hijo. “Pues váyase, sirve que aprende inglés”, le replicó don Javier Villarreal.
Héctor llegó a jugar en la selección del colegio y fue buscado para seguir jugando a nivel profesional, pero al terminar su preparatoria decidió estudiar la carrera de Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
“En esa época yo era gerente de la Coca Cola y me iba muy bien así que le pagué la carrera. Al terminar la universidad comenzó una empresa de asesoría financiera conjuntamente con un maestro del ITESM, la cual abandonó para comenzar a trabajar con el gobierno de Coahuila”, recordó su padre.
En el gabinete la relación entre el joven Villarreal y Humberto Moreira llegó al extremo que el gobernador le confió el manejo de los onerosos fondos que estaba saqueando de la hacienda pública, señaló el extesorero a integrantes de la Fiscalía Anticorrupción de España, rendidas en diciembre de 2017 y publicadas por el diario El País en noviembre pasado.
De acuerdo con ese testimonio, desde el inicio del gobierno de Moreira, en el año 2005, Villarreal se encargó del “mantenimiento de casa, viajes, coches, todo lo que necesitara Humberto, al margen de su función pública”.
Un documento de la Corte del Distrito Sur de Corpus Christi, marcado con el número de caso civil 2:13-CV-294, señala que posteriormente Moreira seleccionó a Villarreal para recibir los sobornos que exigía por los contratos gubernamentales, junto con Jorge Torres López, éste último por ser miembro de la poderosa familia dueña del Grupo Industrial Saltillo (GIS) y así podría encubrir transferencias de grandes cantidades de dinero.
Manejó distintos pagos a empresas, de obras públicas, comunicaciones, publicidad. En este tipo de licitaciones “Humberto Moreira participa con empresas suyas”, según las confesiones de Javier Villarreal a las autoridades españolas publicadas por El País.
De acuerdo con el documento de la Corte del Distrito Sur de Texas, Villarreal dijo que la empresa de Moreira Unipolares y Publicidad del Norte S.A. de C.V. recibió “desde el 2006 pagos del gobierno de Coahuila con sobrefacturación”.
En ese mismo documento, Villarreal señala que otras empresas de Humberto Moreira, Construcciones Chavana y Diamante, que estuvieron a nombre de María Elena Chavana Martínez y Marco Martínez, recibieron pagos por 600 millones de pesos. Sostiene igualmente que Humberto
Moreira también pagó durante su sexenio unos 25-30 millones al mes al empresario Casimiro González, dueño de la cadena de radio y televisión RCG.
Se emitieron facturas a nombre de las empresas de Casimiro, actualmente investigado por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), “y al final el dinero iba a empresas del propio Humberto Moreira”, precisó Villareal.
También desviaron unos 3 mil millones de pesos, “tanto para él (Moreira) como para el partido”. Ese dinero se usaba para rentas de casas, para despensas, regalos para el día de la elección.
Villarreal confesó a los fiscales españoles que él fue el encargado de “dar el dinero para que se pagara a los votantes, pudiéndose haber entregado para Coahuila 800 millones de pesos el día de la votación”.
El exsecretario de finanzas y tesorero destacó que Humberto Moreira nunca puso nada a su nombre. Lo hacía a nombre de su esposa Vanessa Guerrero, quien maneja cuentas por 6.1 millones de dólares en bancos de Mónaco, y otros, a nombre de sus familiares, según una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, dada a conocer por el diario Reforma en mayo del 2017.
En su confesión ante autoridades de España afirmó que “tiene constancia de que Moreira se había reunido en una ocasión con Juan Manuel Muñoz Luévano, alias Mono Muñoz”, el lavador de dinero de los Zetas detenido en Madrid y pendiente de ser extraditado a Estados Unidos.
“Javier se entregó”
Después de que Felipe Calderón destapó el caso de la deuda ilegal de Coahuila, el secretario de Finanzas Héctor Javier Villarreal Hernández fue detenido e internado en una prisión de Saltillo, el 28 de octubre de 2011.
Su padre contó que viajó a Saltillo llevando títulos de sus propiedades para pagar la fianza, pero se las rechazaron porque el pago debería ser en cheque o efectivo.
No obstante su hijo fue liberado la madrugada del día siguiente ya que un anónimo depositó 2 millones de pesos para pagar la fianza.
“Quien se estaba moviendo para defender a Héctor Javier Villarreal era Armando Luna Canales, secretario de Gobierno, quien depositó el cheque”, contó el padre.
Don Javier destacó el trato que le daban las autoridades federales y las estatales. Mientras el abogado que le puso el gobierno de Coahuila para “defenderlo” lo quería incriminar, las autoridades federales los trataban de ayudar.
En esa época don Javier observó que fiscales de Texas acudían cotidianamente a comer a la Cafetería Doña Paola. Posteriormente contactaron a Héctor Javier Villarreal y le pidieron que viajara a San Antonio para que declarara antes las autoridades de Texas.
Héctor le dijo a su padre: “quiero ir a enfrentar el problema en Texas”. “Chingado está bien difícil, pero si ya se decidió, pues vaya”, le replicó Don Javier. “Y se fue a enfrentar el problema por su cuenta”.
Ahora que Jorge Torres está detenido y en vísperas de que sea enviado a Texas, los fiscales estadunidenses pueden ofrecerle un trato para que confiese en contra de Humberto Moreira a cambio de reducir su condena.
“Los Fiscales ya están trabajando en el Juicio contra Humberto”, contó a Proceso una fuente de la Corte de San Antonio que solicitó el anonimato.
Las confesiones que aportará Torres ya están documentadas por otros testigos, pero para un juicio contra el exgobernador el testimonio directo es el único que tiene valor para el jurado, agregó.
Lo que aportará Jorge Torres López en un juicio contra Moreira ya está muy bien documentado por los fiscales texanos, con evidencias de que él y Javier Villarreal manejaron a través de transferencias bancarias más de 35 millones de dólares con las cuales adquirieron numerosas propiedades en San Antonio, Brownsville y South Padre Island, según documentos de Corte de Texas.
“Torres y Villarreal abrieron esas cuentas después de una primera reunión con banqueros del J.P. Morgan Chase en México, donde discutieron la apertura de múltiples cuentas en las Bermudas”, precisa un documento de la Corte del Distrito Sur de Corpus Christi con el número de caso civil 2:13-CV-294, contra Jorge Torres López de la cual Proceso tiene copia.
“Durante la reunión Torres preguntó a los banqueros si era posible que las transferencias bancarias pudieran ser borradas del sistema para que no aparecieran como enviadas desde México a las Bermudas a través de los Estados Unidos”, precisa el documento.
Señala además que en varias ocasiones Torres López y Villarreal acudieron a recoger sobornos destinados al gobernador Humberto Moreira a una lujosa residencia ubicada en la Calle Trinity del exclusivo fraccionamiento Cimarrón de Mission, Texas, propiedad del empresario Luis Carlos Castillo Cervantes, alias el Rey de los Dragones, quien realizó diversas obras para el gobierno de Coahuila.
“Después de que el señor Castillo entregó la última cantidad de dinero, el señor Villarreal y el señor (Jorge) Torres llevaron bolsas de dinero a la residencia privada del señor Torres; llevaron las maletas a un dormitorio y el señor Torres abrió las bolsas y juntó pilas de efectivo a las maletas que cada una contenía aproximadamente 40 millones de pesos mexicanos”, contó la fiscal texana Julie Hampton durante el juicio contra el Rey de los Dragones.
“Esa misma noche el señor Villarreal y el señor Torres entregaron el dinero en la residencia del señor Moreira en Saltillo”, concluyó.