En la actualidad el acceso a la tecnología, la dinámica económica y los contextos de violencia del entorno están transformando los valores. Esos tres elementos son retadores para las familias, por ejemplo, la tecnología media las relaciones y vemos situaciones en las que cada integrante de la familia se conecta a sus teléfonos, cada uno en sus cosas, sus responsabilidades y se pierde el valor de reunión, de conversar, de mirarse a los ojos, el valor de poder preguntar cómo estuvo tu día.
Es de gran importancia considerar los contextos y la forma en que se dan las interacciones en el colegio o en el barrio. Los valores se han ido transformando, pero también se han venido ocultando y es una gran responsabilidad volver a reconocer día a día la importancia del respeto, el diálogo, la empatía. Debemos apropiarnos y revisar cómo traerlos de nuevo y hacerlos vivos de nuevo en las familias.
Es evidente que el cambio de los valores familiares responde a las transformaciones de los contextos familiares, cambian los tiempos, las generaciones, los contextos, pero los valores siempre se van a mantener.
Para la psicóloga Aura Echeverri: “la transformación de los valores se ha dado por los mismos contextos familiares y por los tipos de familia, ya que hay familias monoparentales, familias reconstituidas, familias adoptivas o hay familias tradicionales donde hay mamá, papá, hijos y mascota”. Ella resalta que es necesario tomar en cuenta ese contexto familiar para identificar de qué manera han trascendido los valores y reconocer a qué valores se les da importancia dentro de la familia y a cuáles no.
Por tu familia, por tu país coloca los valores en su cotidianeidad y foméntalos para un futuro mejor.