No son pocas las veces que sentimos que el mundo se nos viene encima, después de la tensa y larga sensación de ver al inefable Trump avanzar constantemente en la carrera presidencial de nuestro mas importante socio comercial, vecino y “aliado”, asumiendo con toda claridad un discurso racista y lleno de odio hacia lo talibán y con el mismo encono a lo Latino y enfáticamente a lo mexicano, colocándonos mas o menos como a los que le reventaron los emblemáticos edificios repletos de gente hace poco menos de 15 años. Y si lo anterior fuera poco, recibimos desde adentro los embates de un gobierno ineficaz, que sin mas tramite nos coloca como si lo sabe hacer, en una posición de crisis económica, con una deuda que se multiplica, una moneda que se devalúa y una inflación desbocada que el gobierno maquilla y oculta como si el sol se pudiese tapar con un dedo; no contentos y a pesar de conocer el rechazo del pueblo gracias a las pasadas elecciones, los abanderados del gobierno tienen el cinismo de modificar una ley propuesta por la sociedad para castigar la corrupción del aparato público, dificultando la posibilidad de los gobernados para conocer la situación de las fortunas improvisadas por los funcionarios, poniendo antes en la mira a los mismos ciudadanos y empresarios soslayando su responsabilidad como empleados de la sociedad.
Como lo diría el maestro, “¡Éramos muchos, y parió la abuela!” Al final de tanto hastío, para rematar el cuadro el estandarte nacional se mancha de vergüenza con la tunda que le aplica la selección chilena, no la argentina ni la brasileña, tampoco la alemana o la italiana, LA CHILENA a nuestra deshonrada pero siempre adorada selección Mexicana. Gracias a Dios, la derrota del Tri es tan importante como el descubrimiento del sexo entre zancudos, sin embargo no deja de ser para muchos otra piedra en el zapato, piedra que si no optamos por sacar quitándonos el calzado y batiendo el choclo en lugar de comprar babuchas mas grandes, pronto habrán de inmovilizarnos.
Pero, ¿A caso el escribano hoy amaneció de mal humor y no ve mas que la negrura de la noche? ¡Pues no! Por el contrario, sépase que el momento mas obscuro es siempre el que antecede al primer rayo del sol, que solo tocando fondo se tiene la capacidad de tomar impulso para salir a la superficie y que el paso mas doloroso en el acenso, es justo el que se da para alcanzar la cumbre, por eso nos debe llenar de alegría saber que estamos a punto de emprender el vuelo a la gloria y eso se debe a que entendemos que no dependemos de nadie mas que de nosotros mismos para salir a conquistar nuestra felicidad, ahora entendemos que si Trump gana o pierde los principales afectados serán los que lo elijan, contando a cada gringuito: blanquito, prietito o anaranjado como el aspirante republicano; entonces es su problema y nosotros nada podemos hacer.
En cuanto a al gobierno que nos aqueja, sabemos que con votos los podemos despachar, ya logramos que los independientes puedan ganar y comprendemos que la mayoría de los partidos solo desean seguir exprimiéndonos sin parar.
En materia de futbol dejemos ya de llorar, que lloren los que ya no ganarán dinero con esa selección en particular, que se regresa derrotada y que aún ganando poco puede arreglar para este atribulado país, pues el futbol es un pasatiempo y no una prioridad nacional.
Ahora a remar hacia la gloria produciendo; a pensar antes de votar para dejar a los gusanos en el suelo de donde no deben pasar, a exigir prisión y consecuencias dolorosas para las ratas que abundan en el gobierno y que todo esto pase sin parar de trabajar y con la ilusión del país que queremos legar a nuestros hijos siempre presente en nuestra mente antes de actuar.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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