Manolo Jiménez apostó su hándicap a decirse el aspirante más fuerte a la gubernatura, asegurando controlar el voto en La Sureste y vendiendo la idea de que los priistas apenas recuperan en parte La Laguna.
En 6 meses las cosas se desdibujan y el portillo loco y desbocado tambalea en su carrera.
Eventos mal calculados por el entercado chamaco y mal asesorado Jiménez Salinas por los que dicen que todo lo saben en la encrucijada de los medios, dan un giro diametral a la realidad electoral en Coahuila.
El ex invencible PRI-Moreira, ve la tempestad y no se hinca.
Juraba Manolo
Juraba Manolo que por que dijo Rubén, la ley Manola pasaba gandalla e ilegal y no, se está cayendo y entonces, las fichas se revuelven y anuncian juego nuevo.
Juraba Manolo que la disciplina en el PRI es férrea por miedo al tirano y no, Jericó brincó por la imposición y coquetea con otros, y el exGober Moreira I y sus huestes relegadas por Moreira II, se decantan para MORENA y la respuesta del PRI es… no unir y soberbio, relegarlos a todos.
Juraba Manolo que los laguneros se alejaron del PRI y no le son competencia por la candidatura aun en ciernes, y ahora le creció Román Cepeda como figura visible y apapachada por Riquelme.
Juraba Manolo ser el único en el ánimo de Moreira y que la Casa Blanca de San Alberto era suficiente herencia de su abuelo para doblar al Gordo y no, otro adoptado de Rubén, que cae parado de cargo en cargo, levanta la mano por la Frontera. Francisco Saracho Navarro se dice listo para relevar.
Mejía tiene sus cuitas
No solo Manolo tambalea, al transcurso de los días las paredes se le atraviesan a Ricardo Mejía donde menos las espera.
La grilla en MORENA anda suelta, aspirantes hay más que votantes en Coahuila, no hay una disciplina que deje ver una plataforma de unidad y trabajo para ir por la gubernatura. Hasta el superdelegado 4t, ya se vio.
Mejía Berdeja se arropa en AMLO y las defensas son extensas desde palacio, al unísono, los ataques locales se le acumulan a un favorito del presidente, uno que no se atreve a ir al campo de batalla electoral y se atora en el desgaste de la Seguridad federal, en la peor época de inseguridad en el país.
De continuar así las cosas, ¿López Obrador podría repensar y dejar a Mejía en la Seguridad para no variar su estrategia (aunque fallida), con la salida de su operador, y entonces, mandar otra carta a Coahuila?
Moneda al aire
6 meses bastaron para enrarecer el panorama en la violentada competencia por la gubernatura de Coahuila.
La moneda al aire y los coahuilenses a rezar de nuevo.
Un parpadeo y nadie asegura al PRI el triunfo electoral en Coahuila, ni cuenta a Manolo como favorito tricolor. Tampoco hay certezas en MORENA… único competidor de peso para descarrilar al moreirato.