Las marchas y los plantones han sido parte importante de mi vida, con el fraude electoral de 2006 en la presidencia de la República cientos de coahuilense alquilamos autobuses para participar en la protesta de resultados y en las marchas al Zócalo de la CDMX las que se organizaron por parte del Obradorismo, íbamos en viejos e incomodos camiones, en algún trayecto el vehículo se descompuso y pasamos horas esperando auxilio, llegábamos a los hoteles más baratos del centro y comíamos en los puestos ambulantes de la calle.
El día de la marcha en 2006 era impresionante ver las multitudes que marchábamos desde el monumento a la Revolución hasta el Zócalo, las calles repletas de marchantes, la protesta en parte era una fiesta, Eugenia León y otros cantantes animaban el ambiente, nos sentábamos en el suelo a esperar los discursos y por la noche, el regreso para llegar al trabajo. Estuve en los plantones de la Coalición de Trabajadores de la Educación y en todas sus marchas, además de escribir sobre ellas hasta la última protesta en mayo de 2021 de la que el señor Riquelme, que hoy profiere el dislate de que: “Ahora estamos mejor que hace 5 años”, él desalojó a los trabajadores que protestaban en la Plaza de Armas reclamando su derecho a la salud y cerró la Plaza de Armas, espacio público por antonomasia, además, también los sacó con la violencia de la fuerza pública de la casa del pueblo, el Congreso del estado y hasta pretendió aprehender al menos a 2 líderes de las protestas, no lo hizo porque las presiones de los trabajadores de la educación lo impidieron, este ha sido el tercer moreirato con un gobierno represor de las manifestaciones públicas, que son un derecho, y reprimirlas un delito, según la ley, lo bueno es que ya falta menos para mandarlo a casa y que él esté mejor.
Pero la marcha de AMLO del domingo pasado en la CDMX fue espectacular, impresionante, más de un millón de manifestantes; de Coahuila, según algunos reportes 72 camiones con alrededor con 3,000 personas arribaron al Zócalo capitalino, la oposición de la derecha difundió que todos los asistentes eran acarreados, acarrear a un millón 200 mil personas se antoja casi imposible por decir lo menos; en el desfile rezaban las mantas, “Fuera los dinosaurios”, oyeron moreiras, incluyendo al actual.
Marchar es importante, es hacer visibles los reclamos, es cultivar la esperanza de que se pueden alcanzar derechos, es parte de la democracia, es una forma de participación. Con las consignas y los carteles se llega a los medios de comunicación, a los que son sensibles a las quejas de los colectivos que muchas veces son causadas por cuestiones vitales, básicas, como la salud, las desigualdades, el autoritarismo, la corrupción y el funcionamiento de los servicios públicos que han concitado una gran energía contra el orden establecido.
Ahora estamos peor que hace 5 años, una muestra es que la corrupción carcome el presupuesto público -ese por el que lloriquea el gober todos los días- según publicó el diario EL PAÍS: “las cuentas públicas de 2021 publicadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tienen un enorme foco rojo: en el Estado de Coahuila… Entidad que se ha vuelto un hoyo negro en el gasto público revisado del año pasado. De acuerdo a las 17 auditorías que se le ejecutaron, el Estado no fue capaz de aclarar el destino de 1.900 millones de pesos, alrededor del 20% del total de dinero gastado con irregularidades en todo México. El grueso de ese monto no justificado corresponde al servicio de Salud y a la Universidad Autónoma de Coahuila, que provocaron “un daño a la hacienda pública” multimillonario, según la ASF” (3-11-22); en el mismo diario (28-10-22) se había reportado por la misma ASF que el Estado que registró los montos más altos sin aclarar es Coahuila, que en 17 controles que se le realizó reportó irregularidades por 1.999 millones de pesos.
Además, este gobierno dejará una deuda pública mayor por 38 mil 82 millones de pesos, esto es al cierre del primer semestre del 2022. Además, su pago al servicio de la deuda pública y de inversión supera los 3 mil 603 millones de pesos anuales (Vanguardia, (3-10-22). ¿Mejor que hace 5 años? Mejor que se vaya pronto, los niveles de deuda ce Coahuila superan el ciento por ciento de sus ingresos de libre disposición, según el diagnóstico de la Cámara de diputados.