María Luisa Albores

Ella será la titular de la nueva Secretaria del Bienestar en el gobierno que iniciará el próximo 1° de diciembre, ella nació en Ococingo, Chiapas, es ingeniera agrónoma egresada de la Universidad de Chapingo y con maestría en Pedagogía del sujeto y práctica educativa, además es especialista en economía social y emprendidurismo por las universidades de Mondragón y la Andaluza de España.
Desde hace 18 años María Luisa Albores trabaja para la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske de las comunidades náhuat, fundadas hace 41 años con el fin de solucionar la carestía de productos en la alimentación básica familiar, con ello han obtenido óptimos resultados hasta ser reconocidos internacionalmente, la trayectoria de esta maestra es excelente, su vinculación con los pueblos originarios es profunda acompañando a 430 comunidades de 29 municipios para incrementar su productividad en el cultivo del café, cacao, canela, vainilla y cohuach, entre otros, actualmente se asoció en la reconstrucción de los hogares y territorios de las comunidades afectadas por los sismos de septiembre en Puebla.

Conviene tener claro que la Secretaría de Bienestar Social, sustituirá a la actual y desprestigiada Sedesol, AMLO, señaló que el cambio no es nada más de nombre, que se trata de promover al sector agropecuario y la sustentabilidad del medio ambiente a fin de fomentar la producción alimentaria hasta lograr que México produzca los alimentos que consume, esto es parte de la transformación en la que debemos participar todos los mexicanos que votamos por el cambio, no podemos seguir dependiendo de una política social rapaz que desvía recursos para beneficio de una burocracia insaciable cuyo mayor interés es reciclar e incrementar el número de pobres, el clientelismo para asegurar el voto duro, el desafío es romper esa inercia.

Una estrategia central de la cuarta Trasformación es mantener y rescatar la cosmovisión indígena, de los 69 pueblos que tenemos, el respeto hacia la madre tierra, algo que a algunos urbanos les resulta absurdo, pero que puede ser la salvación a la depredación y contaminación que está acabando con el planeta.

El desafío de la nueva Secretaría de Bienestar es disminuir las brechas sociales, la injusta desigualdad social que está carcomiendo la cohesión solidaria que el pueblo posee y que para el país es apremiante reconstruir; se deben desterrar los estereotipos del individualismo, la pasividad, la flojera, la corrupción que tenemos en nuestro ADN, sostienen -y por eso- dicen el cambio social es imposible, eso enfatizan muchos ideólogos del sistema neoliberal y a ellos les conviene propagar y reforzar esas modelos conductuales que nos disminuyen, éstos se han preocupado por convencernos (sin lograrlo en muchos casos) de que todo lo bueno viene solamente del extranjero, de allá nos llega la mercadotecnia que nos empuja a endeudarnos sobre todo en el “Buen fin”, consumir, consumir sin freno ni raciocinio.

La Secretaría de Bienestar tendrá 3 brazos, la subsecretaría de Bienestar que se queda con los programas sociales que se tiene la Sedesol, pero además está el de pensión universal a adultos mayores y el de becas para personas con discapacidad en situación de pobreza; la subsecretaría de Inclusión Productiva y Desarrollo Territorial, en ésta el programa Sembrando Vida impulsará la reforestación, y una tercera que tiene que ver con llegar al territorio a fin de arraigar a la gente para que no emigre y crezca y haga crecer su tierra que está llena de riqueza y potencialidades.

Se trata de impulsar un desarrollo que la gente sienta como de ella, que responda a sus necesidades y no uno impuesto desde las élites políticas, se trata de dar un salto para sacar de la pobreza a más de la mitad de la población nacional, suena bien, pero lograrlo implicará un esfuerzo mayúsculo para impulsar políticas que tengan que ver con el territorio y no con el escritorio. María Luisa y su equipo lo harán bien.

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