La oposición venezolana abrió una nueva etapa de presión en las calles para exigir un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, fortalecida por la multitudinaria marcha del jueves en la que dijo haber reunido más de un millón de personas.
“Mostramos al mundo el tamaño inmenso de la Venezuela que quiere cambio. Es una marcha histórica”, anunció desde una tarima el vocero de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, quien dijo a la AFP que se manifestaron “entre 950.000 y 1,1 millón” de opositores.
Al anunciar el “inicio de la etapa definitiva” de la lucha por el referendo, Torrealba precisó que el 7 de septiembre marcharán hacia la sede de poder electoral, y siete días después en las capitales de los estados, mientras que para la noche de este jueves la MUD llamó a un toque nacional de cacerolas.
Vestidos de blanco, ondeando banderas y gritando “revocatorio ya”, los opositores acudieron a lo que llamaron la “Toma de Caracas”.
Ocho de cada 10 venezolanos quieren un cambio de gobierno, según la firma Datanálisis. Golpeada por la caída de los precios del petróleo, Venezuela sufre una escasez de alimentos y medicinas del 80% y una inflación que el FMI proyecta en 720% para este año.
Ante sus seguidores, Maduro, vestido de camisa roja, dijo tener listo un decreto para levantar la inmunidad parlamentaria, al acusar a la mayoría opositora del Legislativo de planificar un golpe de Estado, con la ayuda de Estados Unidos.
“Voy con la mano de hierro que me dio (Hugo) Chávez. Que nadie se equivoque conmigo (…) que nadie utilice la inmunidad para conspirar, para complotarse”, advirtió Maduro, quien señaló directamente al presidente del parlamento Henry Ramos Allup de promover la violencia.
Información por: Semana