Aunque en materia ideológica AMLO y Calderón estén separados por un “abismo”, en otros aspectos más “emblemáticos” y “profundos” se asemejan más de lo que comúnmente se piensa, señaló la periodista de investigación
Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México, aseguró que no es igual a Andrés Manuel López Obrador, actual mandatario, puesto que él sí combatió al crimen organizado. “En mi gobierno se combatió frontalmente a la delincuencia para proteger a las familias mexicanas (…) No, no somos iguales. Bendito sea Dios”, escribió Calderón en su cuenta de Twitter.
Las palabras del ex candidato del Partido Acción Nacional (PAN) fueron en respuesta a las palabras textuales que la semana pasada dijo López Obrador en directa referencia a Calderón Hinojosa, en parte para defenderse de los recientes señalamientos contra su partido Morena por presuntos narcopactos: “¿Cuál es mi vinculación con el narcotráfico en México? Yo no soy Felipe Calderón, aunque no les guste, no sólo a sus más cercanos simpatizantes, sino a muchos que votaron por él”.
Sin embargo, en su más reciente columna para la cadena internacional Deutsche Welle, la periodista Anabel Hernández, quien ha investigado los nexos de políticos con narcotraficantes desde hace más de 17 años, aseguró que aunque en materia ideológica AMLO y Calderón estén separados por un “abismo”, en otros aspectos más “emblemáticos” y “profundos” se asemejan más de lo que comúnmente se piensa.
Para sostener su argumento, Hernández desglosó cuatro puntos en los que López Obrador y Calderón serían similares: políticas militarizadas, trato preferencial con el Cártel de Sinaloa, intentos de Pax mafiosa y ataques a la prensa.
Respectó al primer punto, la también escritora recordó que con la declaración de la polémica Guerra contra el Narco, durante el sexenio de Calderón, el Ejército Mexicano amplió sus quehaceres en la esfera pública con más patrullajes y acciones de seguridad pública, lo que provocó un aumento de la violencia y un aumento en las violaciones graves a derechos humanos.
López Obrador, por su parte, y a pesar de que cuando estuvo en campaña prometió que iba regresar al Ejército a sus cuarteles, extendió la “militarización” a las Aduanas y en las obras públicas más importantes del gobierno federal, “aumentando de manera desproporcional el poder del Ejército”.
La periodista de investigación también comparó la exoneración en el gobierno de Calderón del general Mario Arturo Acosta Chaparro, acusado de nexos con el narcotráfico, con el mismo proceso que enfrentó Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional, al principio de la administración de AMLO.
El segundo punto que señaló la autora fue la presunta protección que ambos gobernantes brindaron al Cártel de Sinaloa, posiblemente la organización de narcotráfico más grande y poderosa del hemisferio occidental. Y es que, como ha sostenido la autora de libros como Emma y las otras señoras del narco y El traidor: el diario secreto del hijo del Mayo, la controvertida “Guerra contra el Narco” de Calderón fue falsa por tratarse más bien de una especie de “trato preferencial” hacia el cártel sinaloense.
“Su gobierno, a través de Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública Federal y su equipo más cercano, daba protección a La Federación, integrada por el Cártel de Sinaloa, Cártel de Juárez y Cártel de los Beltrán Leyva, entre otros, según expedientes de la FGR y la acusación criminal que hay en su contra en la Corte de Distrito Este de Nueva York (…) Los blancos prioritarios del gobierno de Calderón, según los documentos internos a los que tuve acceso en su sexenio, eran los enemigos de La Federación”, escribió Hernández.
En el caso de Andrés Manuel López Obrador se han presentado eventos polémicos como el “culiacanazo” en 2019, cuando ordenó liberar a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de “El Chapo”, que pretendía ser arrestado en Sinaloa para su posterior extradición a los Estados Unidos. “Su liberación de hecho protege y auspicia las actividades criminales del cártel porque Ovidio es una parte operativa junto con sus hermanos ‘Los Chapitos”, afirmó la periodista experta en narcotráfico.
Meses después de la liberación de Ovidio, durante su gira presidencial en el Triángulo Dorado, zona que comprende los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango; se encontró con la madre del “Chapo” Guzmán, Consuelo Loera, y se acercó a ella para darle un cordial saludo.
La polémica más reciente revelada por Anabel Hernández que involucró a la administración de López Obrador con el Cártel de Sinaloa fue la revelación de que operadores relevantes del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se reunieron con Aureliano y Miguel Ángel Guzmán Loera, el Guano y el Mudo, hermanos del Chapo, así como con Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los chapitos, para asegurar la gubernatura de Rubén Rocha Moya, actual gobernador de Sinaloa, y algunas presidencias municipales en la entidad.
El cuarto punto de comparación entre ambos políticos fueron sus respectivos intentos de establecer una paz mafiosa. Por un lado, según la periodista, Calderón mandó al general Acosta Chaparro a negociar la pax narca cuando el Cártel de Sinaloa se enemistó de sus aliados Los Beltrán Leyva y el Cártel de Juárez, provocando un aumento considerable de la violencia.
Por su parte, el gobierno de AMLO envió al ex subsecretario de gobernación, Ricardo Peralta, a reunirse con cárteles de la droga antagónicos para intentar establecer un acuerdo de paz. “El objetivo principal era que disminuyeran los homicidios dolosos y algunos tipos de criminalidad a cambio de que el gobierno local y federal se hiciera de la vista gorda del negocio de producción tráfico de estupefacientes”.
Finalmente, la escritora señaló a ambas administraciones por vulnerar la libertad de expresión y atentar contra la prensa, pues en los dos casos, aseguró, el poder ha utilizado “esbirros” para crear desinformación en la sociedad y atacar a los periodistas independientes.