En política, el lenguaje es todo menos directo, es cifrado. Entonces, hay que leer entre renglones, escuchar a detalle. Y como “quien quiera entender que entienda”, aquí la pregunta de un medio al coordinador de la Fracción del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón (hoy, uno de los hombres más enterados y un operador élite de la presidencia de la república y del tricolor).
La pregunta fue filtrada en una conferencia de prensa con temas diversos, una de muchas preguntas y tantas respuestas, que tenemos en ColumnasdeMexico.com, en versión estenográfica. Ahí “se preguntó cómo no viniendo al caso”…
“¿Y matrimonios igualitarios?”, inquiría al senador Gamboa una reportera.
“Está en la cancha de los diputados. No veo el tema como prioritario, sin embargo, seré muy respetuoso, como siempre lo hemos sido los senadores de la República, en que los diputados decidan qué aprueban y qué no aprueban”.
“Mi impresión es que hoy en el país no es un tema prioritario y no es un tema que esté presionando la sociedad de México para sacarlo adelante”.
En ese tema senador, nada más puntualizar, porque la iglesia está convocando a marchas para protestar en contra y también ya salieron organizaciones a favor, también dicen no habrá esta presión en el Senado en particular o en el Congreso en general.
“No nos vamos a dejar, bueno aquí en el Senado, no nos vamos a dejar presionar de ninguno de los dos lados, y estoy convencido que tampoco los diputados ni las diputadas. Tomarán una decisión”.
“Mi impresión y mi sensibilidad me indica que no es un tema que se vaya a ver en este Periodo Ordinario que empieza el primero de septiembre”.
ANTECEDENTES.
Es esta una iniciativa presidencial (la del “matrimonio igualitario”). Una que fue producto del llamado “lobby gay”, que ciertas organizaciones internacionales empujan presionando a los gobiernos del mundo, sobre todo a gobiernos “cuestionados o débiles”.
Es esta una iniciativa presidencial (la del “matrimonio igualitario”). Una que fue producto del llamado “lobby gay”, que ciertas organizaciones internacionales empujan presionando a los gobiernos del mundo, sobre todo a gobiernos “cuestionados o débiles”.
La CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), fue la principal instigadora ante la presidencia de México, lo fue en la víspera de las elecciones federales de junio pasado. El gobierno cedió en la insistencia, cedió en la presión internacional y decretó la “iniciativa gay”, (con alcances tan amplios que incluía modificar la constitución, cambiando la redacción histórica relativa al matrimonio, que más o menos dice: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer, para forma una familia y procrear hijos”). Cedió entonces el PRI al PAN, (con la iniciativa inoportuna y las derrotas en entidades importantes), un tajo grande del pastel electoral.
La iniciativa no solo llegó, desde el escritorio de Enrique Peña Nieto a la Cámara de los Diputados, sino que muy mal calculado, se envió a los medios nacionales. Unos días después, se celebraron las elecciones. La derrota del PRI “fue sonora”. Los analistas convinieron en que una de las razones importantes para la reversa política fue: la ley Peña Nieto, la “ley gay”.
EL PROTOCOLO.
• La iniciativa es enviada por la presidencia a la Cámara de Diputados.
• Aun no pasa su proceso legislativo, hay receso legislativo. Se turnó a comisiones, estas deben reunirse, emitir un dictamen y, a partir de ahí,: puede aprobarse integra, modificarse y probarse o “puede quedarse en la congeladora eternamente o, desecharse”.
• Al iniciar el período ordinario (septiembre), la cámara de origen (diputados) debe agendar el tema, pasar al pleno el dictamen de las comisiones, y votarlo.
• Luego, debe pasar al senado, a un mismo procedimiento, y ser aprobado o rechazado.
• Finalmente se regresa a la cámara de origen y una vez aprobado, se regresa al presidente para su publicación.
• Recordemos que puede ser rechazada o simplemente quedar atorada o congelada por tiempo indefinido.
• La iniciativa es enviada por la presidencia a la Cámara de Diputados.
• Aun no pasa su proceso legislativo, hay receso legislativo. Se turnó a comisiones, estas deben reunirse, emitir un dictamen y, a partir de ahí,: puede aprobarse integra, modificarse y probarse o “puede quedarse en la congeladora eternamente o, desecharse”.
• Al iniciar el período ordinario (septiembre), la cámara de origen (diputados) debe agendar el tema, pasar al pleno el dictamen de las comisiones, y votarlo.
• Luego, debe pasar al senado, a un mismo procedimiento, y ser aprobado o rechazado.
• Finalmente se regresa a la cámara de origen y una vez aprobado, se regresa al presidente para su publicación.
• Recordemos que puede ser rechazada o simplemente quedar atorada o congelada por tiempo indefinido.
Siendo una iniciativa presidencial, “nunca o unilateralmente”, un líder de la bancada del mismo partido del presidente, declararía en contra o diciendo que no es prioritaria, como lo hizo Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada del PRI en el Senado de la República.
CONCLUSIÓN.