“Un político llega a un pueblo en el campo y la gente se acerca y le dice: -Señor, tenemos dos grandes problemas aquí. -¿Cuál es el primero compañero? -No tenemos doctor. El político saca su celular, camina hablando y regresa diciendo: ¡Listo! El médico llega mañana, ¿cuál es el otro problema gente? – No hay red celular en el pueblo.”
Como se ha comentado en un sistema democrático, el poder se otorga. Cuando este es arrebatado como en el caso de Coahuila, las consecuencias son desastrosas.
Este atraco inicio en el 2006 desde la oficina de la subsecretaría de Gobierno por parte del hermano oscuro. El proyecto que nació desde entonces fue copiar el modelo salinista de 24 años en el poder y que a la fecha se sintetiza con el lanzamiento del príncipe Manolo 1.
Este destape anticipado generó fallas estructurales en los grupos de poder de Coahuila dentro del PRI, que habían negociado con Rubén y Riquelme posiciones, aunque no estratégicas, pero que colocarán a sus alfiles, nada más para demostrar presencia.
La nomenclatura Coahuilense que hoy pide la caída de Alito y por ende de Carolina y Rubén, es la misma que se ve desplazada en el proceso sucesorio del 2023 y enseña sus afiladas garras en estas fechas.
Es ingenuo, pensar que Jericó, está actuando a mérito y aspiración propia y aunque ha sido víctima de mensajes duros que parten de la administración estatal y del PRI Nacional, su movimiento sí esta generando grietas profundas en el interior del partido y no porque sean simpatizantes del político, sino porque es el reflejo de una antidemocracia verdadera que pretenderán solucionar con una elección de candidatos internos arreglada y aparte un juego peligroso, recordando que en 2017 se vivió un proceso interno así en el PRI y que Berino alcanzó cerca de 80 mil votos, sin hacer campaña, frente a un Riquelme temeroso, que después perdió la constitucional y luego la historia de los millones a Memito.
Ya estaban viviendo esos problemas, cuando surge la figura de Mejía Berdeja y su inteligente estrategia, que implica visitas semanales en el estado, difundiendo la 4T y que han tenido éxito o al menos infundido el suficiente miedo en el grupo del exdictador hoy de las lomas y más en Riquelme, ya que Mejía viene por la revancha.
Pian pianito con sesiones desde 500 a 2000 personas, pero en zonas estratégicas del estado, el funcionario federal ha sabido penetrar a través de células que vendrían a infectar y provocar la metástasis en el podrido sistema de movilidad territorial que tienen el PRI y sus lideresas, que, aunque bien aceitadas, van perdiendo presencia con la juventud de los barrios populares .
Como antagonismo Rubén se apresuró a tratar de reforzar a su pupilo y ordena que desde el gobierno se cite a: funcionarios estatales desde secretarios hasta auxiliares, alcaldes y su gabinete, sindicatos afiliados al SNTE y demás huestes partidarias a darle calor a su muchachito (que semanalmente hace berrinche porque Mejía le abolla la débil armadura) a un mitin de unidad partidista en el Parque Las Maravillas con la presencia de unas 10 mil personas (que es el cupo del lugar con personas de pie y sentadas) aunque un funcionario muy querido por el gerente Riquelme haya reportado entre 30 a 35 mil almas.
De este mitin plagado de selfis y pavoneos, con el clásico arribo tardío de los que quieren ser vistos por haber sido olvidados, la figura pretendía ser Manolito y su discurso de “unidad” que terminó en un acartonado mensaje de valentonadas clásicas y arengas arregladas para seguir nutriendo el agraviado ego del muchachito, que fue impuesto a destiempo y que no avanza en las encuestas por mas arregladas que sean.
Con decirles que del mitin lo más comentado no fue el discurso de Riquelme y Manolo, sino la mirada lasciva de Chema Fraustro al trasero de la senadora Verónica Martínez, captado a través de la selfi que ella realizó para enfatizar la muchedumbre asistente (de esto tengo material fotográfico disponible y autentico), haya cosa.
El panorama será de un dinamismo impreciso para el resto de este año e inicios del 2023, ya que los frentes están definidos y para el caso del PRI ya se sabe con que plataforma cuenta, por lo que el avance vendrá por parte de Morena. Un juego parecido al 2006 con los 32 puntos porcentuales con los que arrancó AMLO y que fueron alcanzados. La frase es de Camus: “ Dejaron todo al azar y el azar nunca ha tenido compasión por nadie”.