Es conocido el estado de deterioro en el que se encuentran las instituciones mexicanas. Su descomposición no es nueva, sino que tiene décadas gestándose. Es necesario, además, aceptar que todos hemos participado, en alguna medida, de ese debilitamiento institucional que se refleja en prácticas tan cotidianas como no respetar un semáforo o tirar basura en la calle. Aunque, por supuesto, encuentra su máxima expresión en los muchos y bochornosos actos de corrupción.
Las naciones con el más elevado nivel de prosperidad en el mundo son las que tienen mayor solidez institucional. Su desarrollo se basa en haber dejado atrás los viejos esquemas caudillistas y unipersonales, para construir estados de derecho robustos y confiables, con instituciones eficientes que cumplen su cometido.
No se trata de sociedades perfectas en las que la corrupción jamás se presenta. Sí de naciones en las que la ilegalidad se detecta con rapidez y se castiga con dureza, lo que genera un clima de certidumbre jurídica que alienta a las inversiones productivas y la generación de empleos en todos los sectores de la economía.
Nuestro trabajo, por eso, debe ser encaminado a recuperar la fortaleza institucional de México. Allí tenemos una gran responsabilidad histórica que cumplir si, en verdad, nos preocupa el futuro de nuestra nación. Cada uno tiene su espacio para actuar y, sin importar el tamaño o la naturaleza de su tarea, debe contribuir con el fortalecimiento institucional.
Sería muy irresponsable quien, en aras de sus propósitos personales, socavara todavía más la solidez de las instituciones mexicanas. Son tiempos de actuar con absoluto apego al estado de derecho, respetando la autonomía de los Poderes de la Unión, de Estados y Municipios, así como de los órganos constitucionales, pues cada una de esas entidades tiene un papel importante que desempeñar en la construcción de un mejor futuro para nuestra nación.
Comprometámonos seriamente cada uno con nuestra tarea, pues México es sus instituciones y si éstas se fortalecen, tendremos todos un mejor lugar para vivir.