Rystad Energy calcula que cerca de 282 mil millones de barriles no serán extraídos debido al impacto de COVID-19 en la industria petrolera.
La consultora de energía, Rystad Energy, publicó una perspectiva energética global, en la cual se muestra que la pandemia de COVID-19 acelerará la demanda pico de petróleo, lo que pondría fin a los esfuerzos de exploración en aguas remotas.
Lo cual reduciría el petróleo recuperable del mundo en cerca de 282 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, quedando los recursos recuperables a nivel mundial en mil 903 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
De esa cantidad, el 42% se encuentra en territorio dentro de paíse miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el 58% restante se encuentra en naciones fuera del grupo.
Rystad cree que México probablemente verá una exploración reducida para las reservas de petróleo de esquisto y aguas profundas. Brasil probablemente dejará más reservas de pre-sal en el suelo. Además, sin una normalización a la vista, el potencial de reservas reales de Venezuela cae aún más en 21 mil millones de barriles.
“Los países no pertenecientes a la OPEP representan la mayor parte de los recursos recuperables” perdidos “con más de 260 mil millones de barriles de petróleo sin descubrir ahora más propensos a quedar intactos, especialmente en áreas de exploración remotas”, aseguró Per Magnus Nysveen, jefe de análisis de Rystad Energy.
Estados Unidos verá una menor actividad aguas arriba en la superficie de esquisto bituminoso, menos exploración en el Golfo de México y un número reducido de rondas de licencias en la costa oeste atlántica. En total, esto disminuye los recursos recuperables en 49 mil millones de barriles.
Canadá probablemente verá unos 14 mil millones de barriles de reservas de arenas petrolíferas de alto costo en el suelo debido a las crecientes preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza.