El T-MEC le da a México un poco más de aceleración, pero aún está dentro del esquema de baja tecnología, dice la cabeza del organismo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mejoró las expectativas de crecimiento de México para este año a 5.8 por ciento, desde el 3.8 por ciento previsto en diciembre pasado, y para 2022 moderó su estimado a 3.2 por ciento.
Sin embargo, el organismo advirtió que sin cambios profundos en la estructura productiva, se regresará al estancamiento mostrado antes de la pandemia.
“Brasil y México que son los dos países con mayor estructura industrial, son dos ejemplos de los que tenemos datos y vemos que regresan a un estancamiento previo a la pandemia”, advirtió la secretaria general, Alicia Bárcenas.
Dijo que el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) le da a México un poco más de aceleración, pero aún continúa dentro del esquema de baja tecnología
La Cepal presentó su informe “La Paradoja de la Recuperación en América Latina y el Caribe: crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad”, en el que advirtió que se requieren a nivel regional cambios estructurales para impulsar la inversión.
Si bien mejoró las proyecciones para el PIB de la región a 5.2 por ciento en 2021, desde el 3.7 por ciento previo, y tras una caída de 6.8 por ciento en 2020, para 2022 anticipó que el crecimiento se ajuste a 2.9 por ciento.
“La recuperación no alcanza si no hacemos un cambio profundo en la estructura productiva. Sin un cambio estructural, se regresará al estancamiento previo a la pandemia”, reiteró en una conferencia virtual desde Chile.
Dijo que se necesita estimular la inversión con cambios estructurales, con cambios profundos en la estructura productiva, si no seguiremos atrapados en las “trampas” de los países de ingresos medios.
Parte de las acciones que la Cepal recomienda a los gobiernos de América Latina y el Caribe es sostener políticas fiscales y monetarias expansivas para potenciar en 17.6 por ciento del PIB la inversión regional, que está en niveles mínimos frente al resto del mundo, contra 32.9 por ciento de las economías en desarrollo y mercado emergentes.
Además, pidió dar continuidad a las transferencias de emergencia.
“Si no lo hacemos habrá 220 millones de personas en pobreza desde los 209 millones en 2020. Si se mantienen las transferencias al 50 por ciento dejaría igual a la población de pobreza y mantenerlas al 100 por ciento se reducirían a 198 millones, un recorte de 11 millones de personas”, detalló Alicia Bárcena.
Agua y saneamiento, junto con electricidad son los dos sectores en donde las inversiones tendrían mayor impacto en el bienestar de la población y pueden ser alianzas público-privadas, consideró.
Según la Cepal, si se invierte el 1.3 por ciento del PIB por año hasta 2030 se podrían generar 3.6 millones de empleos por año sólo en el sector de agua y saneamiento.
Mientras que en acceso a electricidad se lograría conectar a 19 millones de personas, con una inversión de 1.3 por ciento anual al 2030 y se generarían 0.5 millones de empleos por año.
Como región, agregó se requiere diseñar un nuevo modelo de desarrollo con políticas transversales entre industrias y sectores con una integración productiva y comercial regional y un pacto global para una nueva arquitectura financiera internacional que incluya fiscalidad, deuda y liquidez.
EF.