México está en un proceso de envejecimiento demográfico, es decir, está aumentando la proporción de personas de 60 años o más y disminuyendo la población infantil y joven.
El número de población adulta aumentó. En el rango de 30 a 59 años pasó de 25.5 a 37.4 por ciento y para la de 60 años o más, pasó de 6.2 a 11.3 por ciento.
Este último incremento es un indicio de que el país está pasando por un proceso de envejecimiento demográfico.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica más reciente, en México residen 125 millones de personas. De éstas, 51.1 por ciento son mujeres y 48.9 por ciento hombres.
Por otra parte, esta transición en la estructura por edad configura un contexto favorable para el desarrollo del país denominado por la comunidad internacional como bono demográfico.
Se define como un “fenómeno en el que la población en edad de trabajar es mayor que la dependiente; es decir, niños y adultos mayores”.
En México, la razón de dependencia ha disminuido de 81 en 1990 a 60.2 personas dependientes por cada 100 personas en edades activas en 2018 y “seguirá descendiendo hasta entrada la tercera década del presente siglo. A partir de entonces, esta tendencia se invertirá como consecuencia del considerable aumento de la población de la tercera edad”, de acuerdo con la Conapo.
Mientras que la esperanza de vida para los mexicanos aumentó 15 años en las últimas cinco décadas, de acuerdo con los datos más recientes del Consejo Nacional de Población (Conapo).