“No hay gas en México y dependemos tanto de los gringos,
pero no vine hoy a profundizar de eso.
Lo troqué del pecho al tintero porque es una realidad que enoja mucho”. AGP
En medio de una pandemia mundial y extendida nadie se puede sentir ajeno a tener problemas. Parece simple la advertencia en el título de esta columna.
Y es que en efecto, México tiene problemas que atender, urgentes, que afrontar sin dilación, de frente a la sociedad, sin cortapisas ni simulación gubernamental.
Ni que decir que ante los grandes desafíos de una nación como la nuestra, se enfrentan al mismo tiempo problemas internos que complican avanzar. Y no es paja redactora, es una inicial descripción del punto de partida para las soluciones de fondo: por metas medibles, pero en el camino del cumplimiento de los objeticos precisos y de la visión definida en el tiempo (la vieja y vigente Planeación Estratégica).
La conseja de esa planeación explica claramente (y vale la pena recordarlo) que “no basta con saber a dónde vas sino que hay que saber cómo llegar”.
Pandemia y elecciones
Cómo disociar el virus y la recesión, no hay modo.
Cómo separar las políticas económicas de las inversiones detenidas. Cómo entender las iniciativas energéticas y las reformas eléctricas, sin atender la intención del gobierno federal en el sesgo de rumbo. Ese que llama Cuarta Transformación.
Dramático es que la gente muera y se enferme de gravedad por un virus latente, suelto en el aire, un virus de alto contagio y disperso.
México desde el gobierno federal quiso monopolizar la atención pública del contagio ¿motivos electorales, acaso? Y lo hace con la vacunación, errática y mínima.
De hecho, ha tenido enfrentamientos con otros niveles de gobierno, con particulares y con voces del exterior: por el manejo de la información, los tiempos de reacción y por la estrategia en general (una estrategia que parece del “vote pronto”. Repentina, contestataria). No se entienda mal, en los gobiernos estatales y municipales el manejo covid también es electorero (vean a Coahuila y al gerente del moreirato como corrompen todo). Renovar 15 gubernaturas, la Cámara de los Diputados, alcaldes y congresos locales, es una bomba electoral que mueve muchos intereses (unos legítimos y tantos otros, espurios y corruptos).
Economía y negocios
Cuando se supo de la pandemia hace casi un año, México, como otras naciones, ya era recesivo en su economía. Decrecíamos en varios trimestres consecutivos, los indicadores macroeconómicos estaban mal y la pobreza se agudizaba.
Con la pandemia la salud de los países se deteriora, la realidad hospitalaria se expone, la estrategia se crea de cero y con gran visión. La economía se descompone inevitablemente. Y si estabas mal en tus números nacionales, la cosa se pone muy mal, te vas al sótano financiero y económico. Así México, así en el 2020-2021.
Cuidar las variables es pertinente. Todas, las imaginadas y las no esperadas. El gas, por ejemplo. La dependencia extrema con los gringos, por otro ejemplo ¿Culpa de antes depender del gas y los gringos?, correcto, ¿y qué haces en estos 26 meses para resolverlo?, ¿qué harás a partir de hoy?, ¿cuándo le explicas a la sociedad los pasos que estás dando, para evitar especulaciones y juicios a priori?
Cambio climático
Como la pandemia, tampoco el cambio climático es asunto local de México.
Ante los retos mundiales cada nación por sus gobiernos arranca procesos de diagnóstico y de ellos, estrategias de contención corta y de planeaciones de mediano y largo plazos.
Eso es lógico y responsable, es necesario, pero no siempre es realidad, los hay reaccionadores e improvisados.
Otro rumbo y otros datos
En México el gobierno cree que todo lo echo antes es malo y perverso (y vamos que hubo mucho malo y perverso, pero no todo).
Nuestro gobierno federal ve en la inversión extranjera una amenaza y en la nacional un ventajoso negocio. Eso se nota y manda mensajes estridentes de desconfianza y desanima el dinero privado para negocios y ganancias en el país.
Las energías renovables y limpias también parecen desagradables al gobierno de México.
Te aferras a los grandes proyectos del gobierno, tus imaginados grandes proyectos (tu herencia histórica) , pero ello no es todo en el desarrollo nacional. Urge equilibrio regional y riqueza esparcida.
Las políticas públicas nacionales se frenan o animan al humor diario y al parecer presidencial del momento. Tanto se ha hablado, por lo visto, de la “disciplina extrema” en el gabinete presidencial.
Ante hechos contundentes que contrastan con decisiones gubernamentales mañaneras, este ya no nuevo régimen federal recurre a tener “otros datos”.
Tirón parejo
Criticas día tras día a los gobiernos anteriores, a los opositores, a los medios de comunicación , a los empresarios, a tantos que “no se parecen a ti” (dentro y fuera de tu partido y de tu mundo “moreno”, amlista).
Con calificativos y definiciones arquetípicas inventadas, seccionas al país, divides al todo nacional. Y luego quieres tirones parejos y no dejar solo al gobierno en los asuntos de todos.
México debe jalar parejo para salir de sus problemas.
Unas preguntas
Hoy quiero encontrar consensos, (y en los disensos, sin adjetivos ni descalificaciones, menos con insultos como algunos acostumbran ante la falta de argumentos defensivos, a ultranza).
¿Dónde ves a México y a su gobierno ante los grandes temas mundiales y nacionales?
¿Consideras que México saldrá bien librado ante los grandes temas que nos agobian, mas allá de buenos deseos y de bendiciones esperadas?
¿El evidenciar recurrentemente la corrupción de antes para salir a flote de los problemas, pero no juzgar a nadie ni castigar a ladrones y criminales, te parece congruente y correcto?
¿La corrupción en México ya se acabó, como dice López Obrador que la 4T logró?
¿Ves a nuestro presidente creciendo en estrategia y oportunidad, siendo un estadista?