México y Tailandia: 45 años fortaleciendo sus relaciones diplomáticas

Bangkok. El pasado 28 de agosto, México y Tailandia celebramos el 45 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas formales.

Los primeros contactos entre ambas naciones se remontan al siglo XVI. Desde entonces y hasta el siglo XVIII, México y los países asiáticos tuvieron contacto permanente gracias a la célebre ruta marítima conocida como el Galeón de Manila, que permitió el intercambio comercial entre los entonces llamados Reino de Siam y el Virreinato de la Nueva España.

A partir de entonces, hubo una incipiente globalización, gracias a la cual productos originarios de México llegaron a tierras asiáticas. Alimentos como chocolate, chiles, aguacate, tomate, papaya, frijol y pitaya fueron algunas de las aportaciones de México al mundo. De Tailandia y Asia, llegaron a nuestro país, productos tan diversos como el arroz, el marfil, la seda y diversas especias. Se produce así el primer beneficio mutuo gracias al comercio. Desde entonces ambos países incorporan esos productos en sus gastronomías nacionales y hoy forman parte de sus cocinas tradicionales.

En 1975, México y Tailandia decidieron formalizar sus lazos de amistad y cooperación. Un balance de la relación bilateral entre estos dos países, alejados por la geografía, pero con grandes similitudes en diversos ámbitos, arroja resultados positivos que son motivo de celebración en este aniversario.

En el terreno económico debemos subrayar que, en este breve espacio de 45 años, el intercambio comercial ha crecido de manera exponencial y sostenida. De 20 millones de dólares a principios de la década de 1980, hemos alcanzado un intercambio que 2n 2019 ascendió a 6,495.194 millones de dólares. Tailandia ha devenido en uno de los principales socios comerciales de México en el sureste asiático y el décimo tercero a nivel mundial.

Además, compartimos ventajas y tenemos múltiples características en común. Ambos países tienen economías modernas y abiertas y destacan en diversos sectores, como el de manufacturas, el agrícola y el turismo. Es decir, tenemos las bases necesarias para que nuestros intercambios crezcan aún más, por lo que el futuro de nuestros vínculos comerciales y de inversión es promisorio, sobre todo por lo que se refiere a las inversiones y el turismo en ambos sentidos, así como a la cooperación científica y tecnológica, de cara a la economía digital.

México y Tailandia tienen una relación que se caracteriza por la amistad y por la ausencia de conflicto. Hemos sido capaces de articular una relación de confianza mutua que se refleja en el dinamismo del diálogo político bilateral así como en el marco de los organismos multilaterales y regionales en que ambos países convergemos, especialmente en la ONU, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en el Foro de Cooperación América Latina-Asia del Este, en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y en la Alianza del Pacífico, en la que Tailandia participa como Estado Observador desde 2015.

En dichos foros, compartimos posiciones sobre diversos temas de la agenda internacional, entre los que destacan el desarrollo sostenible, el problema mundial de las drogas y el cambio climático. Este diálogo y consulta permanentes forman parte habitual de nuestros contactos como actores políticos responsables en el escenario internacional.

Nuestro compromiso compartido es que la profundización de los vínculos bilaterales se refleje y llegue a todos nuestros ciudadanos. Queremos que nuestros países se conozcan aún más. Para lograrlo, la cooperación y el intercambio cultural y académico serán esenciales. Ello permitirá que, juntos, los pueblos amigos de México y Tailandia, sigamos afianzando nuestra sólida amistad a fin de que esta se proyecte y se enriquezca con confianza hacia el futuro.

El Economista

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