Aunque ya no en grupos numerosos, migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, siguen cruzando las aguas del río Bravo para llegar a Estados Unidos.
Ahora se trata de grupos de 4 a 8 personas que buscan el sueño americano pese a la vigilancia de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.
Normalmente arriban por el puente del ferrocarril, donde el agua tiene muy poca profundidad y es más fácil cruzar sin correr algún riesgo.
En tanto, ha disminuido la presencia de migrantes que en semanas anteriores saturaron el centro de Piedras Negras, y aunque siguen llegando a la ciudad, se dirigen inmediatamente a las orillas del río Bravo para cruzar a los Estados Unidos.