Con bolsas de plástico o cartón, es como los migrantes varados en Torreón, Coahuila se cubren de las inclemencias del tiempo que azotan en estos días en la región laguna, donde deben de soportar entre 2 a 3 grados centígrados; sin embargo, por las noches la sensación térmica se llega a sentir a los -2.
José Miguel Pérez es originario de Guatemala y al ser bajado del tren por parte de las autoridades de Ferromex, dijo que la ola del frío les ha pegado fuerte.
“Es muy sufrido, la verdad es que hace mucho frío y esto en Guatemala no así, hace calor, entonces si hay diferencia, por el momento gracias a dios no me he enfermado, estoy bien solo que el frío en las noches se siente muy fuete y solo estoy haciendo lo posible para no enfermarme, traigo pastillas”.
Decenas de personas originarias de Venezuela, se resguardan a las afueras de la iglesia católica de nuestra señora de Fátima, ya que a su paso por la región, fueron bajados por las autoridades de los tres niveles de gobierno, que resguardan fuertemente la vigilancia en los patios de FERROMEX, para no permitir que suban en los vagones del tren.
Juan Carlos Hernández quien es originario de Venezuela, el va acompañado de su esposa y tres hijos menores, dijo:
“Es demasiado frío, tremendo pero tenemos que echarle ganas porque no tenemos de otra, tenemos que soportar frío y adelante , gracias a las personas de acá que nos han dado cobijas, ropa para cubrirnos del frío pero es demasiado tremendo y hemos aguantado, pero montados en el tren es más frío porque cuando rueda , nos pega esa brisa cuando entramos a las montañas , entonces cuando nos toca arriba nos tenemos que amarrar con sábanas, abrazo a mis hijos.”
Entre este grupo de migrantes, se observan decenas de niños, algunos en brazos otros entre los 6 y 10 años de edad quienes tratan divertirse como cualquier niño de su edad, mientras esperan pacientemente continuar su camino hacia la frontera junto a sus padres.
Algunos duermen dentro de casas de campaña donadas por los mismos laguneros, sin embargo, hay quienes permanecen a la intemperie, en las afueras de la iglesia de “nuestra señora de Fátima” de Torreón, Coahuila.
Sandra Romero es una de las voluntarias de esta congregación cristiana; ella refiere que los migrantes no pueden permanecer hacia el interior de este sitio ya que no está acondicionado como refugio temporal, sino para ofrecer catecismo a los niños durante los fines de semana, y solo pueden ingresar los migrantes por las mañanas, cuando se les proporciona su desayuno.
“Yo vengo en al mañanas a preparar los alimentos de esta iglesia, y este lugar es otro uso que se le da porque en ellos se imparten catequesis, se imparten estudios de biblia, entonces no so dormitorios para que los migrantes puedan quedarse, las instalaciones no cuentan con regaderas, entonces los alimentos que se les proporciona a los migrantes es por donaciones de personas y del propia iglesia.”
El municipio de Torreón, solo hay dos lugares donde los migrantes pueden descansar algunos días y para luego continuar su camino, sin embargo en estas últimas tres semanas el flujo de migrantes ha aumentado en esta zona, ya que han sido bajados por el tren por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, sin embargo les han tocado sentir las bajas temperaturas.