Una mujer de Australia llamada Betty Ratcliffe, se convirtió en la protagonista de un particular hallazgo que sorprendió a la opinión pública de aquel país. Es que, mientras realizaba un paseo por las playas de Narrabeen, encontró los restos de diversos dragones de mar esparcidos por la arena.
En declaraciones al medio Sídney Morning Herald, Ratcliffe expresó que aún no sale de su asombro. “El primero que encontré había muerto recientemente, era de color naranja, amarillo y violeta”, comentó. En ese marco, la mujer explicó que en sus recorridos matutinos por la playa cada día se encontraba con un ejemplar distinto de esta especie. “Seguí encontrando más y más”, enfatizó.
Por su parte, el doctor David Booth, especialista en dragones marinos y profesor de Ecología en la Universidad Tecnológica de Sídney, aseguró que un total de 20 especies fueron ubicadas en las playas de la ciudad en el último mes y que esta situación no es muy frecuente. “Pensé: ‘Dios mío, ¿qué está pasando’?”, expresó.
Entre los lugares donde se vieron los dragones de mar muertos en las playas de Australia, también se encuentran las localidades de Cronulla, Malabar, Botany Bay y la costa central.
Sobre esto, Booth precisó que en diversas ocasiones se halla uno o dos luego de una tormenta en esas zonas, pero que es la primera vez que se encuentra una cifra de esta magnitud. “Creo que unos 10 es la tasa normal”, indicó.
Respecto a los motivos por los cuales creen que apareció esta cantidad de ejemplares en los últimos meses, David sostuvo que es el resultado de una combinación de factores, como las lluvias torrenciales que hubo en el último tiempo, la contaminación y el cambio climático. “Todo esto se arrastra al océano”, manifestó.
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Según explicó David, estas especies se encuentran en arrecifes y viven hasta una profundidad de 10 metros. Asimismo, detalló que se alimentan de camarones y que todos tienen un color brillante en su exterior. En cuanto a su crecimiento, pueden llegar a medir hasta 45 centímetros de largo. La curiosidad que envuelve a esta especie, es que habitan únicamente en Australia y solo se trasladan entre 50 y 500 metros del sitio de donde nacieron.
Según Booth, cuando hay una tormenta, generalmente los tres metros superiores del agua a nivel del mar se ven afectados, pero precisó que es muy probable que el oleaje alimentó los contaminantes y llegó hasta el sitio de los dragones marinos. “Este tipo de tormentas serán cada vez más frecuentes”, mencionó.
Si bien el número de ejemplares fluctuó a lo largo del tiempo, desde su primer registro en 1970, David confirmó que hubo una disminución en varios de los sitios donde viven. “En Kurnell, Botany Bay, hay entre siete y ocho en una inmersión, pero ahora hay de dos a tres”, recalcó.
Cabe mencionar también, que en Australia no está permitido recolectar ningún dragón de mar y tampoco está habilitado manipularlos sin un permiso previo. Cualquier tipo de hallazgo debe ser informado para su posterior investigación.