Desde la campaña por la alcaldía de Saltillo en la que el señor José María Frustro Siller fue perdiendo desde el principio hasta el final, para milagrosamente ganar el día de la elección, en su propaganda ofrecía atender el problema del transporte y la vialidad en la cuidad.
Ya alcalde, Fraustro presentó al saltillense avecindado en la CDMX, Onésimo Flores Dewey como el experto que le ayudará en esa empresa azas difícil: Lograr un transporte digno y una vialidad ágil y segura para los saltillenses. Del joven Flores Dewey se escriben cosas buenas: que tiene postgrados en estas áreas de planeación urbana, que ha hecho trabajos de mejoría de tránsito y vialidad en Chile y Estados Unidos, que está interesado en ayudar a la capital coahuilense en estos temas.
Y hay que decirlo, hoy en Saltillo el transporte es viejo, sucio, mecánicamente malo e infrahumano en su servicio, largo para las calles del Centro de la cuidad, por lo que, quien logre mejorarlo de verdad, hará historia, pero habrá de enfrentar a los monstruos de mil cabezas llamados Centrales Obreras y Populares (CTM, CROC, CNOP) y a varios protegidos empresarios.
En cuanto a la vialidad, está muy mal: arterias con tránsito lento y desordenado, nada de planeación urbana ni de tránsito, semaforización y señalética deficientes, mala calidad del pavimento, puentes y distribuidores inadecuados e insuficientes, nula educación vial. Y tránsitos mordelones.
No dan aun ninguna señal de mejoría en Saltillo, cuando se suceden accidentes de tránsito mortales, fatales, con cuantiosos daños.
La imaginación del alcalde Chema Fraustro, de sus caros asesores y de sus acomedidos funcionarios, se concreta por ahora, en… ¡recetar a los ciudadanos nuevas y elevadas multas de tránsito!
Las Multas han resultado una carga para los ciudadanos en las vecinas ciudades de Monterrey y San Pedro Garza García. Y ni que decir de las mordidas que crecieron a la par del monto de la multas.
La cosa no termina ahí, este Presidente Municipal tan impopular (Fraustro) desafiará aun mas su imagen y calificación regresando las fatídicas Fotomultas, mismas que impuso con resultados pésimos el exalcalde y empresario, Isidro López Villarreal. En esa resiente etapa del Ingeniero Chilo López los amparos y las críticas echaron abajo el tema de las Fotomultas, y el alcalde relevo, Manolo Jiménez Salinas, también Ingeniero, como Fraustro y como López, guardó las cámaras y sepultó las fotomultas.
A Isidro López lo acusaron de que su programa de Fotomultas era recaudatorio y no preventivo, a Chema le pasará lo mismo.
El Ingeniero José María anuncia en paquete, el gasto de 600 millones para compra de cámaras para las Fotomultas, aparte de las que compró Isidro López también para las Fotomultas, y otras más que compro Manolo Jiménez, para las no fotomultas.
De los antros que alcoholizan muchachos, de los restaurantes bar donde se emborrachan los comensales, de cantinas, congales y expendios, nada dice el alcalde Fraustro. Tampoco se avisa de correcciones urbanas en vialidades, pares viales, señales, de nuevos puentes bajo nivel y otras obras urgentes, y de la advertencia a la policía municipal de no pedir ni aceptar mordidas.
Por ahora, oficialmente toda la culpa es de los borrachines, de sus familiares y maestros que los educan mal.