Navidad significa nacimiento (nativītas. Nativātis).
La Navidad es la fiesta religiosa del catolicismo más importante, seguida por La Pascua y Pentecostés.
El 25 de diciembre es el Día de La Navidad (“Día de Solemnidad decretado en el año 350, por el Papa Julio”). Eso leí.
Aunque en esencia La Navidad es más una época que parte de La Noche Buena, fecha en que nace Jesucristo y se extiende hasta la venida de Los Reyes Magos.
Para la generalidad los días de diciembre (de las Posadas, que celebran en reuniones de amigos y familia, recordando aquella peregrinación de José y María pidiendo posada) y hasta los primeros días de enero, son los días de Navidad.
Renacer
Sin duda La Navidad es más que posadas, fiestas, regalos, desfiles, pirotecnia y pinos con nacimientos (“estrellas que significa guía, esferas que simulan manzanas y la tentación, guirnaldas que son unidad y alegría, luces que son la luz de Jesús al mundo”).
Es una ocasión especial de sacar del olvido y de la poca práctica, todos aquellos valores, principios y sentimientos que subyacen en nuestros corazones.
La solidaridad que significa pensar en los demás, voltear con compasión hacia los más desprotegidos (sin lástima, ayudándolos a pasar mejor cuando menos esta época).
El amar sin esperar ni siquiera un amor de regreso. Con sentimientos limpios y desprendidos. Amar por amar, simplemente.
Familia, convivencia, reencuentros, perdones, emociones francas, purificación del alma.
Nacer en nuestros corazones cada año es el sentido de La Navidad. Renacer (darnos a nosotros mismos una nueva oportunidad).
Enmendar errores empezando por reconocerlos, pedir perdón a quienes hemos ofendido, hacer una lista de propósitos de todas esas cosas en que podemos cambiar. Cambiar para mejorar como personas.
Es una época de reflexión que debemos valorar y aprovechar.
Tenemos tiempo porque baja el ritmo del trabajo cotidiano hasta el grado de ser vacaciones para muchos.
El Año Nuevo
Un año empieza en nuestro calendario.
Un corte numérico que marca ciclos cumplidos y el inicio de uno nuevo, uno más con 365 días, 52 semanas y 12 meses para construir un mejor mundo (país, estado, ciudad… Comunidad y Familia).
El Año Nuevo debe llegar con esperanza, con fe en una etapa nueva por comenzar (ven como hay una relación íntima entre La Navidad y El Año Nuevo, empiezan con reflexión, renacimiento, solidaridad y luego, diseñar un comienzo).
Pudimos tener en muchos sentidos un “mal año”, pero iniciará otro y otro y hasta que se nos acabe la vida terrena.
Iniciar año también requiere de planeación, de propósitos, de reconocer errores y de ser mejores que el anterior.
Un Año Nuevo también es esperanza (esperar y dar). Otros y yo mismo, esperan de mí. Yo espero de los demás.
Felicidades
Feliz Navidad a todos.
Renazcan en sí mismos, piensen mucho, únase con su Familia, encuéntrense con los amores y afectos extraviados en la vida, vean con solidaridad y compasión a los que van más atrás.
Sean mejores, propónganselo. Yo me propongo hacer lo mismo que deseo a ustedes.
Feliz Año Nuevo 2020.
Hasta bonito es el número, veinte-veinte, a mí me lo parece, suena a mejores cosas por venir.
Lo siento, lo espero, lo deseo para todos ustedes.
Un Año Nuevo que traiga consigo trabajo y prosperidad. Armonía y reencuentros.
Un Año Nuevo más allá de vanidad, dinero y satisfacción. Un Año donde mejoremos sí pero de humor y de forma de ver la vida.
Ya no sé cuándo en este mensaje revolví, consciente o no, las ideas y reflexiones de La Navidad y del Año Nuevo.
Pero en ambos casos deseo para todos que… Seamos felices dando felicidad a otros.
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