¿Cómo le suena este título? ¿Absurdo, indiferente? Quizá le parece que sería más adecuada la expresión, ¡no te vayas por las ramas! u otra ¡no hay peor ciego que el que no quiere ver! Por fortuna nuestro idioma es tan rico que hay expresiones, fórmulas y manifestaciones para todo lo que quieras exponer, decir u opinar.
En realidad, ni fu ni fa trae de inmediato a la mente: las expresiones, indiferente, ni bueno ni malo, sin pena ni gloria, entonces, ¿vale la pena tratar un tema que no te provoca emoción ni reacción? No, considero que hay un asunto de interés público debe exponerse.
Bien, pues resulta que en Coahuila se nombrará a un nuevo presidente de la Comisión de los Derechos Humanos. Sabemos que el sistema de protección de derechos humanos se compone de la CNDH y de las treinta y dos comisiones y procuradurías de defensa en el país. El principal objetivo de estos organismos es ser un contrapeso frente al poder del Estado, de manera que, monitorean permanentemente la situación de los derechos humanos en sus respectivas jurisdicciones.
EL reporte de Amnistía Internacional (2011) sobre México detalla que los problemas de seguridad, principalmente en los estados del norte las violaciones de derechos humanos persisten. Asimismo, los inmigrantes centroamericanos, las mujeres, los periodistas y los defensores de derechos humanos continúan sufriendo abusos a pesar del conocimiento y de la abierta “preocupación” gubernamental (las comillas son mi agregado).
A pesar de que la legalidad establece la independencia, de esas comisiones, éstas siguen siendo parte de las correlaciones políticas del momento y la elección de los titulares es un proceso definido por las conexiones partidistas; los presidentes de estos organismos saben que su nombramiento es político y que actúan de acuerdo con ello.
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila ha tenido 8 presidentes desde su fundación, Javier Villarreal Lozano, quien justo es reconocerlo, desempeñó su función de manera eficiente durante 1991-1995, a él le siguió María Elena Rebollozo Márquez de 1995-2001, quien con algunas vicisitudes cumplió sus funciones, su sucesora fue Miriam Cárdenas Cantú 2001-2005, la que fue diputada por el PRI por la LXII legislatura federal y hasta la fecha Presidenta del Tribunal de Justicia del Estado; la sucedió en la CDHEC Luis Fernando García Rodríguez de 2006- 2009, quien fue un defensor activo de los mineros afectados por la explosión de la mina de Pasta de Conchos y de otros grupos vulnerables lo que incomodó al gobierno estatal de ese sexenio y lo destituyó antes de cumplir su mandato legal, después siguió un periodo de inestabilidad en la presidencia de la CDHEC, con presidentes de inocultable perfil priista, funcionarios del Moreirato como Miguel Arizpe Jiménez 2009-2011, que fue presidente municipal de Saltillo por el PRI y Diputado federal de la LVIII Legislatura.
El inefable Homero Ramos Gloria, de larga trayectoria burocrática de los gobiernos estatales, presidió la CDHEC de 2011-2012 e igualmente Armando Luna Canales del 2012-2013 y por fin Xavier Díez de Urdanivia Fernández de 2013-2019 quien fue electo en un cuestionado proceso de opacidad, fungió como director de Asuntos Jurídicos del gobierno estatal, entre otros cargos y pronto entregará la presidencia de la CDHEC.
Como informó ayer VANGUARDIA, el nuevo presidente la CDHEC saldrá de la Academia Interamericana de los Derechos Humanos, la “línea” va por Hugo Morales Valdés, en el despotismo no hay lugar para el respeto a las leyes, autonomía, democracia son términos desconocidos por la autocracia local priista la que en el Congreso estatal tiene a sus distinguidas aliadas que le permiten imponer. Veremos y diremos, es un asunto que mucho más allá del “ni fu ni fa”.