Mucho se ha insistido y advertido que la reforma constitucional en materia política presentada por el presidente López Obrador sencillamente no pasará y correrá la misma suerte de la reforma energética, no conseguirá los dos tercios de votos necesarios para ser aprobada por la Cámara de Diputados.
El objetivo más evidente de la propuesta es disminuir el costo de las elecciones de este país que son las más caras del mundo y de aprobarse habría un ahorro aproximado de 24 mil millones de pesos, dinero que se puede destinar a temas sociales, de infraestructura y de educación”, enfatizó el presidente.
Es más que obvio que la oposición conservadora no se dará un balazo, ya no en el pie sino en la cabeza para disminuir el financiamiento de los partidos políticos que serían quienes la aprobarían, esa es la historia más oscura en lo que se refiere a transparencia y rendición de cuentas; igualmente se opondrán a disminuir el número de los diputados plurinominales; la Cámara de Senadores que cuenta con 128 se reduciría a 96 representantes y, en el caso de la Cámara de Diputados, se prevé que pase de 500 a 300 integrantes. Una propuesta más es la implementación del voto electrónico dentro y fuera del país, la cual tiene muchos años detenida.
El día de la presentación de la propuesta de reforma política el presidente expuso: “Dejemos atrás de una vez y para siempre, la historia de fraudes. Ese es nuestro propósito. (…) No hay la intención de que se imponga un partido único sino una auténtica democracia”; en cuanto a fraudes, en Coahuila sería muy importante que se abandonara la compra y coacción del voto, así como de desaparición de las lideresas que disminuyen con su intervención el voto libre y secreto.
La propuesta de reforma política contiene 18 artículos constitucionales y 7 transitorios. Además de los ya comentados se proponen modificaciones al actual Instituto Nacional Electoral que estaría integrado por ciudadanos postulados por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que serían elegidos por los ciudadanos de México de manera directa el primer domingo de agosto. Para el nuevo Instituto se propone una reducción de los consejeros del INE, de 11 que son en la actualidad a siete.
La propuesta incluye la federalización de las elecciones para que desaparezcan los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs), así como los tribunales electorales locales. Los OPLEs tienen escasa independencia en gran medida dependen de la voluntad de los gobernadores y los gastos electorales en los estados son también una zona oscura sin transparencia ni rendición de cuentas, los gobernadores hacen exactamente lo que se les ocurre, traspasan presupuestos de unas instituciones a otras y gastan dinerales para asegurar el triunfo de sus partidos, la permanencia del PRI por 90 años en Coahuila es fácil de explicar.
La propuesta incluye la disminución de los diputados locales y de los regidores en los ayuntamientos, lo que se intuye muy pertinente porque las burocracias locales son demasiado obesas y esto daña principalmente a los ciudadanos que nos damos cuenta de que estamos sosteniendo a parásitos políticos o traidores a la patria, quizá no quieran los diputados de oposición al gobierno federal ser etiquetados con esos epítetos.
Si la propuesta no pasa como lo dice la oposición al menos las prácticas viciadas y los excesos de la partidocracia y su oneroso mantenimiento están puestos sobre la mesa y los ciudadanos conocemos ya lo que es preciso cambiar para tener un país más justo y democrático.
Ahora el PAN ha presentado su propia propuesta de reforma política que contiene 9 puntos y contempla algunas de las propuestas presentada por la federación, como la urna electrónica, otras son novedosas y parecen pertinentes, es bueno que la oposición tenga voz, la participación es democracia.