Donald Trump tomará la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica con un Congreso de mayoría republicana. Los aspirantes republicanos al Senado derrotaron a sus adversarios demócratas en estados clave para mantener así su dominio en la cámara, también ganaron la mayoría en la cámara de representantes.
Tener el control del Senado supone que Donald Trump va a tener libertad (mucho más de la esperada) en el nombramiento de jueces de la Corte Suprema, lo que implicaría una “dominación” republicana que durará varios presidentes.
Los republicanos ganaron en Florida y Virginia, lugares que se esperaba que los demócratas ganaran debido a los comentarios misóginos y racistas de Trump sobre mujeres e hispanos.
En total, los republicanos ganaron 51 asientos contra 47 de los demócratas en el Senado, en donde aún hay dos lugares más en disputa que se resolverán en una próxima elección.
En la Cámara de Representantes, los republicanos tendrán 235 escaños frente a 191 de los demócratas, con lo que mantienen el control.
En las gubernaturas, los republicanos ganaron seis estados: Indiana, Missouri, New Hampshire, Dakota del Norte, Utah, Vermont y en Carolina del Norte y Montana existe un empate técnico, cuando se han contabilizado el 99 por ciento de los votos.
Con Información de Animal Político
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