Siendo apenas una niña,
que no terminó la escuela,
hoy llevo en mí la secuela,
de aquella noche maldita.
Ahora que mi alma medita, en los actos del pasado,
cuando sola me he quedado, culpa de mi gran error,
se me hace que este dolor, es mío…, pues lo he ganado.
***
Si mi vida se ha arruinado,
lo tengo bien merecido,
porqué, no hube medido,
de mi acto la consecuencia.
En vez de tener prudencia, y buscar consejo sano,
en mis padres o mi hermano, me dirigí al boticario,
que me clavó en un calvario, con su remedio malsano.
***
Aquel sucio matasano,
viendo que era adolescente,
y me asustaba la gente
tan sólo pensó en cobrarse.
La angustia logró apropiarse, de mi alma que era ignorante,
y no pensé ni un instante, en que a mi hijito mataba,
la solución ya llegaba, y me quedé muy campante.
***
Ahora en mi alma delirante,
suena el llanto de mi niño,
al que no le di cariño
y antes de nacer di muerte.
¡Cómo he podido quererte…, pedazo de mis entrañas!
En estas noches hurañas, cuando pienso en tu carita,
siento que es agua bendita, lo que moja mis pestañas…