El presidente de China, Xi Jinping, ha pedido que sus fuerzas armadas intensifiquen su preparación y entrenamiento para la guerra, a la vez que defiende un aumento en el gasto militar. En este contexto, un portavoz de defensa chino advirtió que la nación se “enfrenta a algunas amenazas reales” en el extranjero.
El miércoles, hora local, Xi elogió la contribución del ejército en los esfuerzos para combatir la pandemia del coronavirus, pero les pidió a las fuerzas armadas que refuercen su entrenamiento militar.
“Es necesario poner en práctica estrategias de entrenamiento y preparación para la guerra porque los esfuerzos para el control de la epidemia se han normalizado”, dijo al margen de la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
“Es necesario intensificar los preparativos para la lucha armada, reforzar el entrenamiento militar de combate real y mejorar la capacidad de nuestros soldados para realizar misiones militares”.
Xi les pidió a los militares que piensen en el “peor escenario” a medida que las relaciones entre China y Estados Unidos, y más recientemente con Australia, continúan deteriorándose.
Si bien China ha arremetido contra dichas naciones por interferir en sus propuestas para implementar la legislación de seguridad nacional de Hong Kong, el portavoz de defensa de China dijo el miércoles que la dependencia de Taiwán de “fuerzas extranjeras” para conseguir su soberanía de China representa la mayor amenaza para la seguridad nacional.
“La seguridad nacional de China y sus intereses en el extranjero también se enfrentan a algunas amenazas reales”, dijo Wu Qian.
“China debe tener la mente clara cuando se trata de temas de defensa nacional y debe estar preparada para afrontar los peligros en tiempos de paz”.
China “no permitirá” la intervención extranjera para independizar a Taiwán
También habló sobre el Partido Progresista Democrático en Taiwán y advirtió de que los intentos de independizar a la isla del control de China “contribuirán a su propia destrucción”.
En un mensaje similar dirigido a Hong Kong, Wu advirtió que Taiwán es una “parte inalienable de China” y que se trata de un asunto interno, por lo que China no aceptará ninguna interferencia extranjera.
“China no permitirá que nadie, ninguna organización o partido político, independice ninguna parte del territorio chino de la nación en ningún momento y de ninguna manera”, dijo.
“El ejército chino tiene una voluntad firme, plena confianza y suficiente capacidad para frustrar cualquier tipo de intento secesionista por parte de las fuerzas extranjeras y tomará las medidas necesarias para salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial, así como para mantener la paz y la estabilidad en todo el estrecho de Taiwán”.
La advertencia de Wu probablemente estaba dirigida a Estados Unidos ya que el secretario de Estado, Mike Pompeo, felicitó recientemente al presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, por su toma de posesión de un segundo mandato, al tiempo que aprobó la venta de torpedos lanzados por submarinos por valor de 180 millones de dólares estadounidenses a Taiwán.
En los últimos años, Tsai ha comprado armas estadounidenses por valor de miles de millones de dólares, lo que Wu calificó de “extremadamente incorrecto”, según el South China Morning Post.
En los últimos años, China ha intentado expandir activamente su capacidad militar, de hecho, la semana pasada anunció un incremento del 6,6 % en su presupuesto de defensa. Su presupuesto de 178,200 millones de dólares estadounidenses, 268,000 millones de dólares, se ha duplicado aproximadamente en los últimos 10 años.
Yoram Evron, experto en el ejército chino del departamento de estudios asiáticos de la Universidad de Haifa, le comentó al South China Morning Post que tales gastos, independientemente del clima económico actual debido a la COVID-19, revelan los temores de Beijing sobre las consecuencias de las tensiones globales.
“China no se siente lo suficientemente segura, ni externa ni internamente, como para frenar su escalada militar, sin importar las circunstancias económicas”, dijo.
Las relaciones entre Estados Unidos y China siguen deteriorándose rápidamente con una desagradable inestabilidad en el vínculo entre algunos de los políticos clave de la nación, y no muestran signos de desaceleración
En las últimas semanas, China y sus medios estatales han criticado la postura de Australia sobre los asuntos que apoyan los Estados Unidos y se ha mostrado ofendida sobre todo por la petición de Australia de abrir una investigación independiente sobre los orígenes del brote de coronavirus.
El lunes, la publicación estatal china The China Daily compartió una caricatura en la que se burlaba de Australia calificándola de ser sumisa al poder de Estados Unidos.
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