El domingo 29 de noviembre la Luna se asomará casi llena al atardecer.
Parecerá llena pero la alineación perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna acontecerá en la madrugada del lunes 30 de noviembre, a las 3:30 AM. Esta alineación será tan precisa que “si el clima lo permite” presenciaremos un eclipse penumbral de Luna. En estos eclipses, la Luna no se ve mordida sino que se ve más apagada que de costumbre. En los eclipses penumbrales la Luna se cubre de penumbra, y en los eclipses parciales y totales, es la umbra la que se extiende sobre la Luna.
La umbra es la sombra que se ve más oscura. Esto es porque en esa zona no llega ningún rayo de Sol directamente. Por su parte, la penumbra es una sombra pálida y no es completamente oscura pues algunos rayos de Sol se cuelan por un lado de la Tierra y alcanzan a iluminar, así que no llegan a ella el 100% de los rayos solares.
El máximo del eclipse será a las 3:42 AM del lunes 30 de noviembre y en lugar de verse resplandeciente, la Luna Llena tendrá menos lustre que de costumbre.
¡Ah, y por si andaban con pendiente! Eso de que los eclipses pueden dañar a los bebés antes de nacer son cuentos. Si así fuera ¡imagínense! Lo digo porque a todas las mujeres embarazadas les tocan entre 2 y 5 eclipses de Sol y de Luna.
En lugares como China o India no creen esos cuentos ni se andan poniendo seguritos ¡y vieran qué bien se reproducen! Así que pueden estar tranquilos y disfrutar este espectáculo natural, sin miedos.
ColumnasdeMéxico.com