Novenario: Santo Cristo de la Capilla 2017

→La crónica.

Del 28 de julio al 6 de agosto Saltillo celebró su máxima fiesta católica: “El Novenario al Santo Cristo de la capilla”. Ayer culminó la versión 2017.

La imagen del Santo Cristo es bajada de su nicho (camerino) en su Capilla, en la mañana del día 28. Es expuesto a la gente (sin poder tocarlo pero venerándolo de muy cerca), en la entrada del altar de la Catedral. Por la tarde del mismo día es trasladada a la parte superior del alto del altar de la Catedral (removiendo temporalmente de su sitio al cuadro imagen del Patrón Santiago). El 7 de agosto, recién pasada la fiesta, la imagen del Santo Cristo regresa a su Capilla, contigua.

Recordemos que de manera formal, todo el año en la Catedral presiden el altar, tres cuadros. Al centro superior el Patrón Santiago. A los costados en un plano más bajo, los padrinos: San Juan Nepomuceno y San Esteban.

El novenario lo conforman: Misas especiales a diversas horas del día (los 9 días), mensajes de cada día, carrera pedestre, mariachis, matachines, puestos, verbenas, fuegos artificiales. Todo un programa con mensajes, reflexiones y textos preparados por los obispos, sacerdotes y equipo. Así se celebra la Fiesta del Santo Cristo.

Como bien explica el mayor investigador y redactor de la historia católica, con que contamos en Saltillo, el Dr. Jorge Fuentes Aguirre; la imagen del Santo Cristo fue traída por uno de los fundadores de la ciudad, Santos Rojo, hace 404 años (Saltillo cumplió 440 años de fundada, las fechas varían según apuntes de la historia). De la Feria de Jalapa, que comerciaba “efectos de Castilla, que con otras esculturas sacras, habría ordenado esculpir Carlos V de España para catequizar el territorio conquistado”, fue adquirida por Santos Rojo y traída a Saltillo la imagen (“una cruz de talla de madera y una imagen de pasta de maíz”). Erigida su Capilla y reconstruida en varias épocas hasta ser la hermosa edificación de ahora.

→El Santo Cristo De La Capilla:
Una Historia de Fidelidad Saltillense.

Santo Cristo de la Capilla de Saltillo. Tal es la denominación completa de la bien amada imagen entronizada en su camerino del hermoso templo que los corazones saltillenses le edificaron justo en el corazón del ciudad. Ahora está cumpliendo 404 años de estar entre nosotros.

Pero… ¿cómo llegó tan hermosa escultura divina a este terruño? Para explicarlo se ha investigado mucho en archivos, pero también puso su parte la imaginación del pueblo, tan fecunda en forjar tradiciones que luego permanecen arraigadas. Veamos lo que unos y otros nos refieren.

Una de las más antiguas leyendas de Saltillo, relata que casi recién fundada la Villa entró por sus callejas una mula solitaria cargando un cajón de madera, para luego echarse en la Plaza de Armas, cual si supiera que allí era su destino. Algunos lugareños se acercaron, y abriendo la caja encontraron la imagen. El acontecer encendió la imaginación popular, divulgando que con el milagro el Santo Cristo manifestaba su deseo de quedarse con los saltillenses para siempre.

Refiere la historia, con menos fantasía, que uno de los fundadores de la Villa, don Santos Rojo, viajó a Jalapa en 1607 para asistir a la llegada de las flotas españolas y “negociar efectos de Castilla”, adquiriendo dicha talla en madera que, con otras esculturas sacras, había ordenado esculpir el Rey Carlos V de España para catequizar el territorio conquistado. Cuando regresó a la Villa del Saltillo, en marzo de 1608, hizo por su cuenta una capilla para exponer la imagen al culto de los pobladores, y en ella quedó la santa escultura junto al muro del norte de la modesta parroquia que había edificado el Padre Baldo Cortez en el centro de la Villa, a la que se llamó “capilla de las Ánimas”. Desde aquel entonces, al Santo Cristo venerado en ese altar fue conocido como “El Señor de la Capilla”. Curiosa coincidencia: nuestro Señor Jesucristo murió a los 33 años de su edad. A los 33 años de edad de la Villa del Saltillo, llegó a Saltillo la imagen del Santo Cristo.

En 1690, pasada una espantosa epidemia de viruela que diezmó el poblado saltillero, los descendientes de don Santos Rojo reedificaron la Capilla de Ánimas. Personas de toda edad y condición social acudían a orar, al Santo Cristo, surgiendo ante tan evidente fe la iniciativa de dedicar una fecha para celebrarlo, siendo fijada el 6 de agosto, día de la Transfiguración, por el Párroco Lucas de las Casas de la Mota y Flores, quien compuso y publicó, en 1725, la Primer Novena del Santo Cristo.

Así, penetrando cada vez más hondo en las almas, sacerdotes y fieles del Saltillo promovieron, en 1743, la formación de la “Cofradía del Santísimo Cristo de la Capilla”, fundada por los presbíteros Martín Sánchez Navarro y Felipe Suárez de Estrada. Al tiempo que Doña Josefa Báez de Treviño mandaba edificar una nueva Capilla de Bóvedas, grande y espaciosa, con la herencia que le dejó su esposo, siendo terminada en 1762, año en que se entronizó solemnemente en su camerino la imagen del Santo Cristo.

Desde entonces ha sido la imagen más querida por los saltillenses. Y la más milagrosa, según los muchísimos portentos que relató en 1801 el Presbítero Pedro Fuentes, primer Cronista de la ciudad.

Pocas personas en Saltillo saben que la decoración en los muros del presbiterio de la Capilla del Santo Cristo está diseñada, sobre tapiz escarlata, con los “milagros” ofrendados al Santo Cristo por los fieles, en gratitud a favores concedidos. Más de 350,000 de estos exvotos, fueron utilizados para ornamentar los muros laterales del presbiterio. También es poco conocido que una astilla procedente de la Cruz en la que murió Cristo, entronizada en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén, está inserta en la Cruz del Santo Cristo de la Capilla. Esta preciada reliquia fue donada a Saltillo el 6 de agosto de 1956 por el Sr. Obispo Luis Guízar Barragán.

Pero no todo es historia en relación al Santo Cristo de la Capilla de Saltillo. Al tiempo de perpetuarse su entrañable tradición cada Seis de Agosto en medio de verbenas, matachines, juegos pirotécnicos y demás manifestaciones de fe popular, se enaltece la imagen trascendiendo relatos y tradiciones, para encaminar su veneración al vivo panorama del espíritu. En 1972, el Pbro. Lic. Humberto A. González Galindo, por entonces Párroco del Sagrario de la Catedral, tuvo la iniciativa de infundir a las festividades un profundo sentido espiritual. Con ello, la devoción que los saltillenses depositan en la imagen del Santo Cristo es transformada, como sugiere el Concilio Vaticano II, en fuente de religiosidad popular que conduce hacia Jesucristo y a la vivencia de su Evangelio.

(Dr. Jorge Fuentes Aguirre).

→“Las Bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor nos enseña para que sigamos sus huellas”. Papa Francisco. Papa Francisco.

1. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

2. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.

3. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

5. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

6. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

7. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

8. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

9. Bienaventurados ustedes cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.

→Mensaje del Obispo Raúl Vera López.

Este año se nos propone como reflexión para vivir los nueve días previos a la fiesta del Santo Cristo, el tema de las Bienaventuranzas que Jesús pronunció al inicio de la predicación de su Evangelio. No queremos vivir solo un novenario más, sino que deseamos seguir creciendo en nuestro seguimiento de Jesús, haciendo vida de evangelio, tanto en nuestras personas, como en nuestra vida comunitaria. En efecto, las Bienaventuranzas le dan un tono a nuestra vida social y familiar pues son una inspiración que fermenta toda la vida.

Las Bienaventuranzas no son buenos deseos, son aptitudes de vida”.

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→Mensaje de Monseñor Francisco Villalobos Padilla.
Obispo Emérito.

Nuestra cita con el “Señor de la Capilla” este año anhela girar en torno al Sermón de la Montaña, como enjambre de abejas en un bosque de árboles frutales, o en un Aviña abundosa en vides de óptima cepa…

La aparición final de Jesús a los Apóstoles y su envío de la Misión a todas las gentes y en todos los tiempos nos involucra a todos… es tarea y compromiso permanente y en este año tenemos la oportunidad de refrendar el aprecio de nuestra fe en nuestro Señor; centro raíz y fundamento de nuestra esperanza en la plenitud de la bienaventuranza, “veritatem facientes in caritate”… haciendo realidad la verdad en la caridad (Ef. 4, 15).

→TEMA: “Las Bienaventuranzas son el perfil de Cristo y, por tanto, lo son del Cristiano”. Papa Francisco. Papa Francisco.

→LEMA: Felices si seguimos al señor porque tendremos su Reino entre nosotros.

→Reflexiones de cada día:

1. Las Bienaventuranzas: perfil de cristo y, por tanto del cristiano.

2. Felices los que tienen el espíritu pobre.

3. Felices los afligidos y desposeídos.

4. Felices los que tienen hambre y sed de justicia y los que practican misericordia.

5. Felices los de corazón limpio y los que trabajan por la paz.

6. Felices los que son perseguidos por causa del bien y los maltratados por causa del Señor.

7. ¡Pobres de ustedes, los ricos, porque tienen ya su consuelo!

8. A María, la virgen, la llamarán bienaventurada todas las generaciones.

9. Dichosa la iglesia de las Bienaventuranzas.

10. Solemnidad de la Transfiguración.

→Reflexión del Pbro. Plácido Castro Zamora
Párroco del Sagrario de la Catedral.

“¿…Por qué sonríen si viven tan pobres?
(Se cuenta una historia).

¿Hermano, hermana, eres feliz? ¿Crees que, en medio de tus dolores, sufrimientos, temores, puedes sonreír y ser bienaventurado? En nuestra ciudad, en el estado y en México vivimos situaciones políticas, económicas, religiosas que nos preocupan e indignan; pareciera que la alegría se nos escapa, Jesús, el Santo Cristo de la Capilla, viene a muestreo encuentro para abrazarte y abrazarnos; recordarte y recordarnos que somo bienaventurados, felices.

¡Que la felicidad no se compra, que ya la tenemos y está al alcance de todos! La Palabra de Dios, las reflexiones, la celebración de los Sacramentos, el encuentro fraterno nos fortalecerán de manera increíble en nuestro caminar. Como aquellos hermanos el campo, bajemos de nuestra casa, de los lugares de trabajo, de los centros de diversión y encontrémonos para compartir nuestra vida y orar en torno al Santo Cristo de la Capilla y nos llevaremos la sorpresa de ser bienaventurados, ¡felices!.

Virgen María, ¡tómanos de tu mano y muéstranos a Jesús!

→Última misa del novenario (domingo 6 de agosto, 13 horas).

Obispo Raúl Vera López.

El sermón. Un buen obispo no solo catequiza, debe ser de denuncia:

• Vivamos una vida activa como católicos. No basta con ir a misa, los sacramentos y honrar las fiestas. Hay que ser congruentes.
• No podemos ser insensibles a la injusticia ni a la corrupción de los gobernantes, ni dejar pasar lo que aquí sucede.
• No podemos tolerar la segregación ni la pobreza: de los indígenas, los campesinos, los obreros (que aquí tienen los peores salarios del país y son maltratados).
• No podemos ser insensibles ante el trato inhumano al migrante, ni ser homofóbicos, ni discriminar al negro o al indígena.
• No podemos ver el trato inhumano al minero. Lo de Pasta de Conchos y tantas tragedias más (donde ni los cuerpos han entregado); la contaminación de ríos y aguas por las compañías mineras.
• Los desaparecidos son historias y dramas en muchas familias. Hay denuncias de organismos de derechos humanos y organizaciones civiles y religiosos al gobierno de aquí. Por tantos desparecidos donde seudo policías y el gobierno, tuvieron un rol activo en sus desapariciones.

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