La caravana migrante, identificada como de la Natividad, reanudó su recorrido en Chiapas la mañana de este martes y avanzó por la región de la costa.
Las más de diez mil personas que integran el grupo salieron del municipio de Huixtla con la intención de llegar al municipio de Villa Comaltitlán.
En el punto de inspección federal de Cerro Gordo, las personas hicieron una oración por una jornada de paz y pronta atención de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) para otorgarles documentación de legal estancia en el país.
En este tercer día, la caravana recorrerá 60 kilómetros y mañana reanudarán la caminata al siguiente municipio que es Escuintla.
El grupo está compuesto por casi seis mil migrantes y salió de Tapachula en la madrugada del 24 de diciembre. La caravana fue nombrada “de la Natividad” porque se formó durante la temporada navideña.
Los migrantes decidieron comenzar el recorrido porque, acusaron, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el INM han retrasado por meses la atención a quienes buscan regularizar su estancia en el país.
Activistas señalaron que esta caravana va integrada en su mayoría por familias. Se estima que hay alrededor de mil 800 menores de edad.
La región vive un flujo de migrantes sin precedentes que no ha podido controlarse pese a los intentos de Estados Unidos de abrir nuevos cauces para migrar legalmente a la vez que endurece las consecuencias de hacerlo de forma irregular.
La hondureña Mariela Amaya, que viajaba con su hijo de siete años, lamentó que los gobiernos de los países vecinos pretendan endurecer las políticas en lugar de ayudarlos a tener una mejor vida. “No comprenden que uno tiene necesidad de salir adelante”.
“¿Por qué no nos pueden ayudar, dar la mano? Necesitamos apoyo de ellos”, dijo a AP mientras caminaba bajo un sofocante calor.