El juez de la primera Corte de Bancarrota de Sao Paulo, João Rodrigues de Oliveira Filho, aceptó la solicitud de recuperación judicial, protección por bancarrota, presentada por Odebrecht, por lo que el grupo empresarial tiene 60 días para presentar un plan de recuperación.
El juez también nombró a la oficina de Alvarez & Marsal como administrador judicial, además de que dio un plazo de 15 días para que se presenten divergencias sobre las deudas planteadas en el proceso, reportó Agencia Brasil.
La decisión de Oliveira Filho establece la suspensión de todas las acciones o ejecuciones judiciales contra las empresas involucradas, de acuerdo con la Ley de Recuperaciones y Quiebras, como una forma de proteger las operaciones de las compañías.
En detalle
Las deudas resultantes de condenas laborales se incluirán directamente en el marco de acreedores, indicó.
Esta decisión se da luego que el magistrado reconoció la interdependencia de las empresas del grupo.
Oliveira Filho también acató el pedido del grupo para que queden protegidas sus participaciones en las compañías Braskem, Ocyan y Atvos, ya que Odebrecht alegó que esas empresa son “bienes esenciales” para su supervivencia.
Odebrecht, y unas 20 empresas del grupo, solicitaron en la víspera ante la justicia brasileña una protección por bancarrota para poder reestructurar su deuda por unos 13,144 mdd, de un total de 25 mil 500 millones de deuda que enfrenta, para evitar la quiebra, una acción considerada como la mayor reestructuración en la historia de Brasil, e incluso la mayor en América Latina, según analistas financieros.
Profunda crisis
La situación es resultado de “la más grave crisis económica en décadas”, aseguró el grupo en un comunicado a sus trabajadores, y precisó que la renegociación fue acordada en un juzgado de Sao Paulo.
La empresa argumentó que la protección por bancarrota era la mejor forma de concluir con su reestructuración de deuda, cuando los acreedores buscan incautar los activos comprometidos como garantía por impago.
Odebrech indicó que la empresa y sus subsidiarias continuarán con sus operaciones regulares durante la reorganización de deuda.
Entre los mayores acreedores de Odebrecht figuran los bancos BNDES, Banco do Brasil, Caixa, Itaú, Bradesco, Santander y el The Bank of New York Mellon, según el portal G1.
Notimex.