El ayer regresa con toda su enjundia para atormentar a los que lo niegan, no se trata de vivir en el pasado, solo de aprender para el futuro.
Mucho me han dicho “Chango viejo no aprende maroma nueva” sin embargo ¿Como puede ser correcto si aprendemos de lo que nos ha pasado y entre más viejos mayores son nuestros conocimientos? ¿Para qué sirve el conocimiento o la ciencia sino para vivir mejor el tiempo que nos queda? Ayer escuche en varias ocasiones la frase de Sócrates “Sólo hay un bien, el conocimiento y sólo hay un mal, la ignorancia” la libertad de expresión es por eso una forma inagotable de conocimiento, pues provee los medios para enterarnos de lo que es y de lo que alguien en su limitada experiencia cree que es comprendiendo la diferencia. Hablar y sobre todo escuchar en cualquier foro, son canales de provisión de conocimientos que debemos rescatar, por ello ¡Vivan la Internet y los medios que nos permiten decir lo que pensamos, lo que sentimos y lo que vemos! Y ahora con mayor razón, viva la forma de compilar esa información, de organizarla y guardarla para la posteridad en sólidos discos duros o en etéreas nubes virtuales para que perduren, se consulten y generen aprendizaje una y otra vez.
Ayer recordé el miedo que me embargaba a los 6 años de edad, temía una posible guerra nuclear, recuerdo que la imagen de una marejada de llamas expandiéndose y consumiendo todo clase de cosas me atormentaba, entonces era posible ver los efectos de una explosión nuclear documentada en los experimentos de nuestro vecino del norte, observando detalladamente en video los efectos de La Bomba sobre una ciudad simulada en el árido desierto de Las Vegas, esas imágenes repletas de maniquíes destrozados y consumidos por las llamas parecen borrarse de nuestras ocupadas mentes, del mismo modo eliminamos lo sucedido en la Europa del holocausto, igual soslayamos los eventos en China durante la catastrófica guerra con Japón y de forma similar perdemos los eventos de la guerra en la antigua Yugoslavia.
peor aún, mis hijas ahora adolescentes, contaban apenas un año la mayor y la otra sólo un día cuando las Torres Gemelas de Nueva York se desplomaban en medio de una nube de polvo ante nuestras azoradas miradas, yo lo vi en tiempo real y no puedo creer que alguien que vivió esa devastación producto del odio en su propia casa, ahora quiera ser “El Líder del mundo Libre” sembrando la semilla de la angustia en sus vecinos y socios comerciales, ahora como a mediados del siglo pasado, otro enfermo está siguiendo el camino de la perdición. Es tiempo de preocupación, en la patria personajes igual de obnubilados e ignorantes pretenden prohibir o cobrar impuestos por casi todo como lo hiciera Santana hace cientos de años sin darse cuenta que en eso tampoco son los primeros.
En el país vivimos un clima de escozor que empieza a destapar cajas de pandora por doquier, la gente reacciona y no piensa, busca atajos para salir sin esfuerzo de una realidad que le apabulla y como ya ha pasado, ahora de nueva cuenta se dirige a sucesos de horror y muerte. Hoy primero recuerda de donde vienes, piensa, razona y si actúas en consecuencia, definirás con éxito el lugar a donde llegarás.
¡Que Dios Nos Bendiga!