¿Óptica o política?

López Obrador no tiene culpa por ver un país que otros no vemos, (“en la diversidad está el aprendizaje”) pero… si ve dos países y México solo es uno, ahí hay un problema cuando menos oftalmológico.

No es posible ver a un tiempo un México que: “recibe estable y sin crisis económica” y a pocas horas ver otro: “recibo un país en bancarrota”. Esto suena a mensajes mediáticos según el auditorio y las circunstancias.

En México, del gobierno queremos por fin escuchar verdades no mentiras.

Y no digo que las de AMLO lo sean, pero estas contradicciones son dañinas para su imagen, porque, a partir del 1 de julio se ofreció esperanza y luego del 1 de diciembre, se habrá de construir confianza.

Yo espero que sean cada vez más claras la agenda y las posturas. Yo espero que las presiones que sobre el Presidente Electo se van dando, no alteren el rumbo esperado de las cosas. Estamos hablando de la recomposición social por el latrocinio del PRI-Gobierno (y las complicidades con gobiernos extranjeros, con magnates de fuera. Con partidos, sindicatos, empresarios y poderes de facto nacionales. Con criminales y sobornadores).

La esperanza está en AMLO. ¡Que nada (ajeno o propio) la distorsione!

Cumplir

Se trata de que la brecha ideológica y moral entre ser candidato y ser gobierno, no sea tan dispar. Se trata de honrar la palabra empeñada y ver como viabilizar las promesas de campaña, cierto, ofertadas sin poder medir el contexto, las inercias financieras, sociales y políticas (nacionales y extranjeras) que obran en contra.

Si México está en quiebra para sacar adelante todas las promesas de campaña, si no todo lo prometido es viable y ahora se sabe, lo trascendente es detener la corrupción acabando con la impunidad (de ahí se obtiene el ahorro mayor en el gasto). Sanear el gobierno.

Reducir sueldos, adelgazar al obeso estado, reducir al mínimo el gasto corriente y dejar de tiara e dinero en obras útiles, son vías para economías que se usen para reducir la pobreza y zanjar desigualdad social.

¿Óptica o política?

Gastar en una consulta para seguir con el mismo proyecto del NICM, es pura política. Por el contrario, estar seguros del no desperdicio de dinero, poner orden en contratos y licitaciones, en presupuestos y proveedores, en cuestión de óptica.

Quebradas están las economías de Venezuela y de Nicaragua, no la nacional (aun con las raterías). Pero nuestra economía no da para los compromisos de becas y salarios, de pensiones y programas sociales ampliados. Menos aun para magnas obras ferroviarias.

Ser candidato es un asunto y ser gobierno es otro. No dudo que,” haiga sido como haiga sido”, AMLO tiene hasta ahora la información suficiente (que antes no tenía) para saber qué cosas se pueden hacer con el presupuesto que recibirá y que, en los siguientes años, se podrán con los presupuestos que él y su equipo construyan, a partir del 1 de diciembre que sea Presiente y tome las riendas financieras plenamente.

¡Dios salve a México! de la política (de los políticos) y le de óptica y sabiduría para enfrentar sus desafíos, con entereza y honestidad.

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