ORIGEN DE LA CABALGATA MÁS FAMOSA DE MÉXICO.

Hablar de la cabalgata Santo Domingo – Sabinas, es remitirnos a más de un cuarto de siglo de tradición, mismo que conlleva un peso específico de simbolismos con adjetivos de orgullo e identidad. Evento que ha desbordado límites, donde el paso del tiempo le ha dado su mejor juicio para ponerlo en su real dimensión, nace de una puntada según su fundador, la cual se suscitó exactamente en el mes de febrero de 1992.

Hoy, a la distancia, muchas cosas han cambiado. En su inicio, ocho pioneros escribirían la raíz de esta historia y entre estos, sobresale uno por su liderazgo. Me refiero a Regulo Zapata Jaime, que junto a siete Sabinenses distinguidos, partirían de un poblado de Ramos Arizpe, Coahuila, llamado Congregación Santo Domingo a la ciudad de Sabinas un septiembre de 1992. Con esto comenzaría a escribirse la historia de la llamada, “Madre de todas las cabalgatas”.

Estos pioneros, se distinguen por haber tenido la osadía de retar y sortear muchas inclemencias para lograr la meta. Sin duda, que nombres como el de Jacinto Rodríguez, José Luis Vázquez, Paulo Medina, Donato Arizpe, Gustavo Espinoza, Jorge Guajardo y del Conde Emanuelle Gentiloni, así como el de Regulo Zapata, quedarán inscritos para siempre en la mente de sus paisanos, dentro de un marco de voluntad férrea y rasgos de gran tesón, mucho de esto sin duda, es lo que distingue a la gente de Sabinas.

Como todo pionero abre brecha, hoy, muchas partes de la república orgullosamente se unen a esta bella tradición que trasciende en los sentimientos de mucha gente, de muchos pueblos, de muchas ciudades y de muchos Estados, lo que abona al folklore del norte de nuestro país, en esta fiesta simbólica.

Remitirnos a la primera cabalgata, es ir por pasajes realmente sorprendentes, el escuchar de todos sus protagonistas la historia de esta tradición; es vibrar junto con ellos, cada etapa que se fue desarrollando, durante 7 días. Así que abramos el telón de inicio, y vayamos donde todo comienza con una hablada que se avienta Regulo al estilo norteño, “Voy a realizar una cabalgata en reconocimiento de aquellos hombres, que un día hicieron lo mismo para poblar nuestra ciudad”. No eran simples palabras ni cosa menor, era poner sobre la mesa, una promesa donde iba en prenda, el prestigio y trascendencia de su familia, así que como él decía, “ningún paso para atrás, vamos con todo para lograrlo” .

En un principio la convocatoria animó a 70 posibles cabalgantes que con el paso de los días, solo quedarían ocho, y fueron estos los que decidieron continuar, sin imaginar hasta dónde los llevaría dicha aventura.

Ese trayecto de 320 kilómetros para recorrer en 7 días, plagado de anécdotas vivencias y convivencias, los hermanó aún más, cuyo propósito todavía perdura entre quienes participan en la actualidad.

Comenta Regulo que fue una jornada desconocida pues él no estaba habituado a los caballos, así que ya se han de imaginar cómo terminaban las jornadas diarias por montar un promedio de 50 kilómetros diarios, por lo que en muchos tramos, Regulo prefería caminar con la rienda del caballo en mano, para atenuar las dolencias que provocaba la monta.

Entre rutas chiveras, pendientes pronunciadas y brechas sinuosas con poco margen para transitar, fueron avanzando,- pasando por rancherías y ejidos,- que en principio tímidamente sus pobladores los apoyaban. Hoy esos mismos pobladores se desbordan por compartir la festividad de este suceso cada mes de septiembre, y la llegada de los cabalgantes a cada punto, es una verdadera tertulia.

Durante el trayecto, un locutor de radio en Sabinas empezó a describirle a la audiencia, los pormenores diarios de esta hazaña, lo cual detonó en una expectativa de reacción inesperada, cuando una multitud de gente se congregó para recibirlos como verdaderos héroes, fue un evento apoteósico difícil de describir por todo lo que representaba. Los protagonistas derramaban auténticas lágrimas de sentimientos encontrados, lo que para ellos fue algo verdaderamente, inolvidable.

Es así, que nace esta leyenda, donde la historia aún continúa. Ya vendrán otras generaciones de cabalgantes que seguirán escribiendo una y mil páginas. En la actualidad, acuden más de siete mil participantes, como cabalgantes en diferentes tramos de las jornadas de una semana de recorrido, su destino, la feria anual de Sabinas, donde cada año los reciben, arriba de 20 mil espectadores, sin duda todo un suceso. Por todo esto, reconocemos a Regulo Zapata Jaime como un personaje de nuestro Estado, por haber tenido esa bendita ocurrencia de iniciar con esta tradición, que hoy distingue y proyecta los valores culturales de nuestro Estado de Coahuila.

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