Rindieron protesta e iniciaron funciones algunos de los gobiernos que fueron electos en junio pasado; y con ese inicio de administraciones, ¿se borra de tajo a los malos gobiernos, las infamias contra sus pueblos? Se pretende dar vuelta nuevamente a la página negra de la historia.
Nada hace el gobierno federal por enjuiciar a los malos gobernantes, no tiene la solvencia moral para hacerlo. No hay voluntad ni ética política que honrar. El pueblo mexicano se lo ha pedido, se lo ha exigido, se lo ha gritado y reprochado. Pero ya no se obedece al pueblo, la democracia no es más que palabrería fantástica.
Sueltos han estado alcaldes y gobernadores en estos cuatro años de la presidencia de Enrique Peña Nieto (y su reprobada administración). Por eso no hay orden, por ello se desprecia la planeación, es así entonces como los estados son víctimas de peculados y crímenes de toda índole. La corrupción, la impunidad y la colusión con el crimen, retratan a la mayoría de los gobiernos locales.
Tan solo los últimos excesos: Guillermo Padrés Elías en Sonora, Rodrigo Medina De la Cruz en Nuevo León, Javier Duarte de Ochoa en Veracruz, Roberto Borge Angulo en Quintana Roo, Duarte Jáquez en Chihuahua, Egidio Torre Cantú en Tamaulipas. Pero hay tantos: Los Moreira en Coahuila (del Moreirato), los últimos tres gobernadores de Tamaulipas. Los anteriores de Veracruz, los de Guerrero, los de Michoacán, los de Oaxaca, los de Nuevo León. La cuenta de impunes y bandidos, es interminable.
Ya no es posible este saqueo a la esperanza y a la justicia, que son del pueblo. La paciencia se acaba. A partir de ahora está justificado que el pueblo haga justicia por su propia mano. La anarquía es voluntaria, los gobernantes han abandonado su rol fundamental de garantizar seguridad y justicia para su pueblo y el resguardo a su patrimonio. Y lejos de ello, son sus gobiernos corruptos quienes saquean a la patria.
¿Otra vez, vuelta a la página?… NO.
Ante un gobierno anárquico y apátrida, ¡LA FUERZA IMPLACABLE DEL PUEBLO! Se les acabó el corrido. La gente hará justicia porque ha despertado. El pueblo está encabronado y para variar, no lo han notado.
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