Coahuila ha estado en las noticias mundiales a causa de la tragedia de los 10 mineros atrapados en la mina del pocito el Pinabete de Sabinas y porque los pozos son agujeros productores de tragedias y de muerte.
Ha quedado más que claro que los pozos son lugares completamente propicios para la sepultura y muerte de los trabajadores y que en ellos se labora en condiciones de inseguridad completa, corrupción y opacidad de algunos peces gordos, los señores del dinero y otros pececillos que se benefician del usufructo del carbón.
La Familia Pasta de Conchos sigue luchando por la recuperación de los cuerpos de los 65 mineros atrapados en la mina propiedad del Grupo México cuyas manos del dueño se lavan con la sangre de los trabajadores víctimas de la explosión, él es el 2º hombre más rico de este país y además desde hace 15 años mantiene en huelga a los obreros de Cananea negándose a negociar con ellos, su arma es la impunidad.
Expongo aquí que Saltillo podría experimentar un colapso a causa del abandono del Centro Histórico en el que al menos 130 construcciones presentan daños severos, entre ellos hay algunas casas habitación centenarias, bardas y negocios que son construcciones de adobe y con techos de morillos en situación de posible derrumbe por deterioro y abandono.
Hace más de 12 años escribí una columna a la que titulé, Centro histórico, ahí narraba que: El estado en que se encuentra ese patrimonio de los saltillenses, es una verdadera vergüenza; si usted recorre algunas calles, por ejemplo, la de Nicolás Bravo, de Pérez Treviño, la de Corona en un área, sobre todo por la acera derecha, las ruinas abundan, no las he contado, pero son muchas casas y muy antiguas que prácticamente están derrumbadas.
¿Qué alternativas estará planteando la autoridad municipal para combatir las ruinas del primer cuadro de la ciudad?, los Centros Históricos de estados como Querétaro, San Luis Potosí, Mérida, Zacatecas y otros, son una verdadera belleza, da gusto recórrelos, el de aquí, más allá de la Catedral, el Palacio de Gobierno, la Alameda, la insuperable Escuela Normal Superior, el Museo del Desierto y otros lindos museos, ahí se acaba todo.
Desde hace años diversas organizaciones de ciudadanos han propuesto la urgencia de que el Centro Histórico cuente con baños públicos que faciliten la estancia de los saltillenses o turistas cuando asisten a ésos lugares, sea de compras o por esparcimiento, pero en esta área no hay baños públicos, salvo en la Alameda, pero éstos han estado convertidos en refugios de malvivientes.
El Centro Histórico de Saltillo debe dejar de ser una pesadilla, tiene todo para ser un lugar excelente y punto de atracción turística. Hay también buenos restaurantes y bares, pero en verdad le piensas para decidirte a ir por ahí, a pesar de que, con frecuencia en el Vito Alessio Robles, en la Plaza de Armas o en la misma Catedral hay actividades culturales o artísticas fabulosas, aunque me extraña que la Casa Juárez haya sido olvidada o quizá no me he enterado que ahí haya otras actividades culturales.
Es posible que el actual alcalde de la ciudad tome el toro por los cuernos y emprenda una remodelación en serio del Centro Histórico, aunque no hay que echar las campanas al vuelo, sino esperar para evaluar qué se propone realizar el Alcalde José María Fraustro, porque el Centro Histórico ya no aguanta paliativos, es tiempo de ir a fondo.