Aunque reconoció que los contagios de Covid-19 no se están dando en los negocios, el Gobierno del Estado ordenó ayer, en plena temporada navideña, cerrar los fines de semana prácticamente todos los giros comerciales, incluyendo por primera vez los supermercados.
Alegando el repunte del coronavirus, la Administración del Gobernador Jaime Rodríguez determinó, además, una “ley seca” los sábados y domingos, y precisó que las restricciones aplicarán desde las 22:00 horas de hoy y permanecerán al menos hasta el lunes 21 de diciembre.
La Cámara de Comercio (Canaco) de Monterrey y la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) calificaron a la medida de ilógica y de unilateral, y advirtieron por los daños a sus sectores, ya muy golpeados por la pandemia.
Los cierres se ordenan en medio de la crisis económica por Covid, que, según el Inegi ha provocado la “muerte” de una cuarta parte de los negocios del Estado.
Según la resolución del Consejo de Seguridad en Salud del Estado, todo tipo de actividad “no esencial”, desde tiendas en general, plazas comerciales, cines y casinos hasta mercados rodantes y ligas deportivas, cierra los fines de semana.
Asimismo, la autoridad determinó que los supermercados -que antes eran considerados esenciales y podían operar con restricciones- no abran sábados y domingos.
Los restaurantes sólo podrán ofrecer servicio a domicilio, sin recibir clientes en sus locales ni para pedir órdenes para llevar.
Las tiendas de abarrotes y de conveniencia podrán operar los fines de semana, pero tienen prohibido vender alcohol, mientras que farmacias, gasolineras y bancos también podrán trabajar.
La Basílica de Guadalupe cerrará del 10 al 13 de diciembre.
“Hemos tratado de bajar los contagios sin afectar la economía, y no lo hemos logrado”, dijo el Secretario de Salud estatal, Manuel de la O. “La gente sigue saliendo y lo peor es que no se están cuidando”.
En la conferencia de De la O, el Secretario de Economía y Trabajo estatal, Roberto Russildi, dijo que los negocios han cumplido con las normas, pero que urge bajar la movilidad de la población.
“No es que los establecimientos que vamos a restringir estén haciendo mal su actividad”, dijo Russildi, “sino que las personas que utilizan esos lugares no se cuidan”.
La Secretaría de Salud estatal informó ayer de 805 nuevos contagios, la tercera cifra más alta para un solo día desde el 11 de marzo, cuando inició la pandemia en Nuevo León, para totalizar 104 mil 620 casos.
Además, el semáforo epidemiológico, con datos al 28 de noviembre, regresó a cuatro de sus 10 indicadores en rojo o riesgo máximo, cuando una semana antes bajó a tres.
El Norte