Las advertencias de las calificadoras sí son tomadas en cuenta por el Gobierno. Al menos ese fue el mensaje que lanzó Alfonso Romo, Jefe de la Oficina de Presidencia, a los inversionistas. El plan, según afirmó antes banqueros, será mejorar la estrategia de comunicación con ellos. Habrá que ver si el empresario de Nuevo León esta vez es escuchado en Palacio Nacional.
Uno de los constantes reproches en el mercado es hacia la comunicación de Andrés Manuel López Obrador sobre sus proyectos económicos y energéticos. “Seguimos sin entender la ruta”, repiten calificadoras y economistas, haciendo difícil hacer un diagnóstico sobre este Gobierno y manteniendo la incertidumbre. De ahí, los recientes castigos de las calificadoras.
Romo deja claro que estos avisos no caen en saco roto. “Han sido como una sombra”, refiere sobre las primeras advertencias que ya llegaban desde diciembre. En la Reunión Nacional de Consejeros Regionales BBVA México, el funcionario dejó claro que son conscientes de la pérdida de confianza a través de una serie de medidas tomadas, como cancelar el aeropuerto en Texcoco.
En ese sentido recordó que se convocará a la inversión privada para los grandes proyectos de infraestructura y dejó claro algo fundamental que preocupa a las calificadoras: la estrategia para rescatar Pemex. El funcionario aseguró que existe un debate en el Gabinete en el que algunos, incluyéndose, empujan la idea de que la única manera en que siga adelante va a ser necesariamente recurriendo a la inversión privada.
Hasta el momento, el discurso de Rocío Nahle, secretaria de Energía, es que no abrirán ningún nuevo contrato hasta no ver los resultados de los que ya se entregaron. Esta ruta no tiene mucho sentido para algunos analistas, que aseguran que por el contrario, seguir ofertando permite tener más posibilidades. Por lo pronto, Hacienda destinará este año cuantiosas cantidades para apoyar a la petrolera mexicana con sus compromisos económicos. Para las calificadoras es una preocupación por que puede afectar las finanzas públicas.
Pero Romo hace visible que está empeñado en desafiar a Nahle y convencer a López Obrador de reabrir las oportunidades de negocio a petroleros privados: “Si queremos crecer a tasas del 4% tenemos que estar plateando que no tenemos opción más que invertir con el sector privado.
“Lo que pasó con las calificadoras lo refuerza. Hoy el tema es la producción, la caída de la producción trimestral es 10%. Hay que revertir esa picada para poder salvar la calificación de Pemex. Tenemos un año para revertir las bajas en las calificaciones- y haremos todo lo posible como lo hicimos con T-MEC y aranceles”, insistió. Romo suele repetir que el compromiso de López Obrador es que si los petroleros muestran resultados este año, hacia septiembre-octubre, podría repensar reaperturar las rondas petroleras y farmouts.
Pemex es una obligación no es un deber. Pero Pemex solo en nuestra opinión y es un debate al interior, no puede solo. Tenemos mucho rezagos, por eso necesitamos la inversión privada. Es una discusión que estamos sosteniendo al interior del gabinete”, puntualizó.
Y la inversión privada será clave para otros proyectos también. Acaso no en cuanto a la terminal aérea de Santa Lucía, que afirma sigue en pie -pese a los amparos judiciales que obligan a frenar la obra-, pero sí para el proyecto del Istmo y del Tren Maya. En el primer caso, con mayor peso sobre el capital nacional y el segundo caso más abierto. “Ahí sabremos si existe apetito”, dijo.
Además, ya avisa que cambiarán la estrategia. “A partir de este mes vamos a tener hasta tres reuniones con los consejos regionales y el presidente López Obrador“, dijo refiriéndose al Consejo para el fomento de la inversión que él coordina.
También, al ser cuestionado sobre si aún es posible llegar al 4%, afirmó: “Para ser realistas, por lo menos estoy convencido de que vamos a cambiar la tendencia y cuando se puede eso, puede ser hasta más del 4%”.
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