Pedro Pantoja Arreola, un hombre de Dios en la tierra, se ha convertido de pronto en ¡El Ángel de los Migrantes!
Originario del fecundo Parras, Pedro Pantoja se hizo sacerdote católico y profesó su religión, haciendo Iglesia en las calles de las zonas mas desoladas y dejadas de la mano del hombre, del lado siempre de los desprotegidos. De la mano con los desheredados.
Residente en Saltillo, desde los años 70´s y 80´s, luego de oficiar misa y atender sus actividades eclesiásticas, se dedicaba a los ejidos. Los catequizaba, era gestor de necesidades de los desolados ejidatarios y comuneros, ante autoridades y benefactores. Nunca llegó solo a los ejidos ni lo hizo con las manos vacías.
Como si fuese médico (que lo fue de Dios en la tierra): atendía enfermos, perdonaba dando paz a los arrepentidos y sanaba almas rotas (con un amor por los semejantes, uno sobrenatural, que no le cabía en el pecho humano).
Los migrantes
De los migrantes y su suerte, hizo su causa entera en los años recientes.
Fundó la Casa del Migrante en Saltillo (paso de miles cada año en su ruta al país del norte, el del sueño americano) y replicó la Casa, en fronteras y pasos, de tal forma que su espíritu abrazador fue bálsamo sanador en la ruta infame de los caminantes (en el Calvario Migrante).
“La Casa del Migrante (Frontera con Justicia AC), es una organización de la sociedad civil sin fines de lucro ni filiación partidista que se dedica a la promoción y defensa de los derechos humanos de personas migrantes y solicitantes de la condición de refugio en Coahuila. EJES: 1.- Atención Humanitaria. 2.- Documentación de casos. 3.- Regularización migratoria. 4.- Asesoría jurídica y legal. 5.- Educación. 6.- Área Psico-socio-educativa”.
Reapertura y rescate
Por atender enfermos en su migración, muchos en La Casa del Migrante en Saltillo, enfermaron de Covid-19.
El mismo padre Pantoja enfermó y tras agónicos días… murió el 18 de diciembre del 2020. (Y es que, aun con tantas oraciones por su salud, Dios decidió, sentimos, que un impulsor generoso como el “Migrante Pedro”, era útil en las alturas y que merecía ya un descanso eterno por su desinteresada entrega terrena de tantos años). Entonces, murió el Migrante Pedro y nació: ¡El Ángel de Los Migrantes!
A la muerte de Pantoja y ante el covid enfurecido, cerró sus puertas La Casa del Migrante.
Tras un periodo de sanación, Alberto Xicoténcatl, su administrador, avisa que reabre sus puertas amplias, esa Casa de rescate. “Por lo pronto, a media capacidad”.
Patronato
Voces amigas hablan de la formación de un Patronato autónomo.
Grupos de la Sociedad Civil deben formar ese Patronato tan necesario para construir fondos benéficos que garanticen el funcionamiento y la operación de esas casas y del rescate migrante.
El gobierno de Coahuila ha resultado enemigo de la Casa y de la obra migrante. Esto es criminal ya que son las policías estatales las que, del lado del crimen, hacen la vida imposible y roban a los migrantes y a sus familiares (los detienen, secuestran, violan, golpean, matan o chantajean sacándoles el dinero que requieren para cruzar a su destino soñado; a donde el hambre, la injusticia y el crimen los han arrastrado).
Algunos dicen que el gobierno federal “tiene interés en sufragar algunos gastos de la Casa del Migrante” y eso será bueno, si sucede. Debe ser canalizado el recurso, trasparentemente, a través del Patronato por formar, de manera que la autonomía del sitio no se comparta con ningún gobierno.
Convocatoria
¿Quién debe convocar para formar ese Patronato de La Casa del Migrante?
Urge hacerlo. Y sépanlo, hay quienes estamos atentos a ello, con el único deseo sincero de ayudar, porque creemos fielmente en esa obra humanitaria.
Pedro nos mostró el camino, lo difícil ya está hecho.