En próximos 4 años, México seguirá respirando aire contaminado, pues Pemex continuará refinando combustible de baja calidad, como el diesel.
Dentro de los próximos cuatro años, la mayor parte del País estará condenada a seguir respirando aire contaminado, no solo por las emisiones de las refinerías de Pemex, sino porque se seguirán refinando combustibles de baja calidad, como el diesel.
A partir de 2019 Pemex estaba obligada a distribuir solo Diesel de Ultra Bajo Azufre (DUBA), bajo la NOM-016 emitida en 2016.
Sin embargo, bajo diversos mecanismos legales ha encontrado la manera de posponer esta obligación hasta 2024.
La idea original era que Pemex suministrara a todo el País diesel limpio mediante la reconfiguración de sus seis refinerías, sin embargo, a la fecha sólo tres han concretado ese proceso.
En 2019 su producción fue de 74 mil barriles diarios en promedio, con lo que cubrió apenas 18.5 por ciento de una demanda de 400 mil barriles diarios.
En los primeros siete meses de este año, la producción ha sido de 61 mil barriles diarios, debido a que solo aportan las refinerías de Cadereyta, Minatitlán y de Salamanca.
Con la pandemia de Covid-19, la situación se ha tornado más crítica debido a la necesidad de Pemex por desahogar el producto “sucio” que tiene.
Recientemente, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) permitió a Pemex que, en algunos corredores de transporte del País como Puebla, Veracruz y Oaxaca, distribuya el diesel sucio para no perjudicar la operación de las refinerías.
Esto ha puesto a la industria automotriz en una situación más complicada, pues en 2021 está prevista la entrada en vigor de la NOM-044 que obliga a los fabricantes y transportistas a ensamblar, vender o utilizar únicamente vehículos que funcionen con diesel de ultra bajo azufre.
Diversas asociaciones ya solicitaron que se ajuste la norma.
“Hay una necesidad por ajustar la norma en virtud de que, a partir de enero de 2021, se tendrían que tener en el mercado mexicano únicamente motores Euro 6 y Epa 2010, lo que está haciendo obligatorio ajustar los vehículos”, explicó Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
La administración de AMLO ha estado bajo creciente presión para que se cumplan compromisos ambientales, pero seguir usando diésel de baja calidad va en contra de los objetivos.
“Lo necesario es que el Gobierno realice las inversiones en Pemex para que el sistema nacional de refinación tenga la posibilidad de dotar mayor cantidad de DUBA (diesel de ultra bajo azufre), pero ante la situación que vive Pemex, esta necesidad tiene pocas vías de factibilidad, dado que no se tienen los recursos financieros”, sentenció Rosales.