A través de un vídeo que compartió en sus redes sociales, el senador Samuel García Sepúlveda, denuncia públicamente a Pemex por vender gasolina muy barata en Houston, Texas y hacer lo contrario en México.
Desde la primera gasolinera que Pemex puso en los Estados Unidos, el senador muestra cómo en la actualidad, un galón de gasolina tiene un costo de 2 dólares con 45 centavos.
El senador hace una conversión aproximada de que esos 2.45 dólares equivalen a 46 pesos cada galón y después esa cifra la divide para obtener el precio de un litro de gasolina, indicando que el resultado es que en Houston se vende un litro de gasolina Pemex en tan sólo 11 pesos.
De inmediato, el legislador recuerda que en muchas ciudades del país, Pemex vende el litro de gasolina Magna (la más económica) en 21 pesos cada litro, e indica que entonces existe una diferencia de 10 pesos por litro entre la gasolina que Pemex vende en EUA y México.
Por ello, urge a Andrés Manuel López Obrador a revertir los efectos de la reforma energética implementada por el actual gobierno de Enrique Peña Nieto.
Junto a un paisano mexicano que reside en Estados Unidos, el senador advierte que será preocupante que a partir del próximo 5 de noviembre, gracias a las sanciones aplicadas por el Gobierno de Trump a Irán, los Estados Unidos dejarán de comprar gasolina a ese país y por lo tanto, el precio de la gasolina aumentará.
El vídeo concluye con esa advertencia, “Si en EUA se habla de que la gasolina debido a esta medida, llegará a los 3 dólares por galón, ¿ a cuánto llegará en México?”, entonces el senador García Sepúlveda vaticina que pudiera alcanzar los 26 pesos el litro (en el interior de la república).
Y es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que habrá un “severo castigo” si se demuestra que Arabia Saudita está detrás de la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi, columnista del diario estadunidense The Washington Post.
Según The Washington Post, el Gobierno turco habría informado a las autoridades de Estados Unidos de que disponía de grabaciones de video y audio que demostrarían que el periodista fue asesinado en el consulado.
En las grabaciones se muestra que el disidente fue detenido en el consulado por un equipo de seguridad, que después le mató y desmembró su cuerpo, según el diario, que cita como fuentes a funcionarios turcos y estadunidenses.
Sin embargo, el Gobierno saudí negó haber dado la orden de matar al periodista en el consulado de su país en Estambul, después de que circularan numerosas alegaciones sobre su posible asesinato, lo que ha suscitado una ola de indignación mundial.