Percepción. No es el cuento, son los actos.

Las percepciones pueden ser engañosas, los medios masivos de comunicación, las desavenencias entre personas y grupos, así como situaciones accidentales, pueden influir mucho en la opinión que el respetable comparte sobre alguien o algo.

Como seres humanos tendemos a guardar en paquetes con una sola etiqueta a la mayoría de las personas, y lo mismo hacemos con grupos de toda clase. Modificar una idea muy arraigada en la mente de la gente, difícilmente se puede cambiar a corto plazo, sin embargo, la voluble mecánica de nuestras cabezas, tiende a archivar en el olvido lo que no usa con frecuencia, por lo que el tiempo se puede considerar el mejor detergente para lavar la mente pública.

Cualquier cantidad de escándalos e ideas preconcebidas puede ser removida por el olvido, pero esto resulta más fácil, si mientras pasa el tiempo saturamos el espacio físico con ideas visuales y mensajes escritos o auditivos, que sugieran una realidad conveniente para sembrar en la mente pública. La propaganda es una actividad que reditúa, y con tiempo, orejas largas y un rabito, presentando todos los días a un elefante lo podemos convertir en conejito. En el comercio, nada genera más ventas que la difusión constante de una marca y un mensaje inspirador, La publicidad siembra constantemente ideas en el imaginario público y tiende a unificar la percepción de quienes la escuchan, la ven o la leen, por ello una gran mentira dicha mil veces, se convierte en una gran verdad, por eso también, un refresco de cola puede ser visto como “La chispa de la vida” y no como la razón de la diabetes; los que nos han gobernado mal se presentan como “Los que saben gobernar”; y en Coahuila dicen que la anulación es una fantasía, cuando las reglas, los hechos y los dictámenes muestran con toda claridad, que la elección se repetirá.

Entre personas de poca instrucción la propaganda tiene mayor efecto, quien no tiene los elementos de conocimiento para contrastar y discernir en su acervo cultural, fácilmente se deja llevar por lo que dice un anuncio en la tele, un espectacular, el locutor de radio y hasta la tristemente célebre Andrea Legarreta. Las nuevas dinámicas para compartir información en tiempo real y por múltiples dispositivos siempre a la mano, hoy permiten que casi cualquiera pueda tener un racimo de opiniones divergentes cuando la televisora local convenientemente siembra una idea falsa. El descrédito de los medios masivos de comunicación es tan grande, que en pocos años perdieron a la mayoría de sus audiencias, ahora la gente no toma como cierta una noticia descorazonadora o que pretende implantar una realidad divergente, y sin complicaciones opta por preguntar, consultar y conocer la realidad alrededor de una noticia.

En la actualidad, la gente basa sus percepciones no sólo en lo que ve o escucha por la calle o en un medio específico de comunicación, ahora las mentiras se descubren con gran facilidad, la verdad se encuentra con sencillez y las decisiones se toman con abundante información, por eso, si tienes la percepción de que la forma en la que se llevaron a cabo las elecciones en Coahuila es una vergüenza, un fraude, y desde luego la cobertura de un centenar de delitos, no es por efecto de la propaganda, se trata de la evolución de tu mente y tu capacidad para saber cuándo tienes la razón.

¡Que Dios Nos Bendiga!

hlaredom@gmail.com

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