Perdido ando, señora, entre la gente
sin vos, sin mí, sin ser, sin Dios, sin vida:
sin vos porque de mí no sois servida,
sin mí porque con vos no estoy presente;
sin ser porque del ser estando ausente
no hay cosa que del ser no me despida;
sin Dios porque mi alma a Dios olvida
por contemplar en vos continuamente;
sin vida porque ausente de su alma
nadie vive, y si ya no estoy difunto
es en fe de esperar vuestra venida.
¡Oh bellos ojos, luz preciosa y alma,
volved a mirarme, volveréisme al punto
a vos, a mí, a mi ser, mi dios, mi vida!
Biografía.
(Valdepeñas, España, 1568 – San Juan de Puerto Rico, 1627) Religioso y poeta español. Marchó muy joven a México, donde ingresó en un seminario y fue ordenado sacerdote. En 1619 fue nombrado obispo de San Juan de Puerto Rico. Dotado de un gran talento como versificador, se muestra afín a los postulados de Ariosto y Boiardo en sus poemas épicos, y a los de Teócrito y Virgilio en los pastoriles. Entre los primeros destacan Bernardo o la victoria de Roncesvalles, publicado en 1624 y que tiene como figura central a Bernardo del Carpio, y Grandeza mexicana, poema que ensalza la colonización española al evocar un imperio donde nunca se pone el sol, cuya gran gesta es haber trasplantado su modo de vida a un territorio salvaje e inferior. Cabe destacar asimismo Siglo de oro en las selvas de Erífile (1608), obra pastoril en prosa y verso.
La obra publicada de Bernardo de Balbuena consta de sólo tres trabajos: el poema descriptivo Grandeza mexicana (1604), donde traza un retrato de la ciudad de México; la colección de églogas de tema pastoril Siglo de oro en las selvas de Erífile (1608); y una extensísima epopeya titulada Bernardo o la victoria de Roncesvalles (1624). Aunque vivió en plena época barroca, Balbuena se encontraba ligado todavía al clasicismo renacentista.